Ruth Lorenzo necesita pocas presentaciones. Una artista multidisciplinar que ha demostrado y reivindicado que el carácter y la personalidad son inherentes, también, a las mujeres, aunque a muchos, en pleno siglo XXI, les parezca imposible de aceptar. No ha tenido miedo, nunca, a dar su opinión y a mostrarse tal cual es; natural, como la vida misma. Con un carisma arrollador y una mirada profunda cuando escucha, Ruth nos ha regalado unos minutos de conversación con motivo del concierto que dará, el próximo 13 de junio, en el Teatro Nuevo Apolo de Madrid. Cita en la que presentará ‘Loveaholic’, su último trabajo.
“’Loveaholic’ es lo que soy yo. Una adicta al amor”. Así define Ruth este disco, para el que ha elaborado una puesta en escena que espera que “esté a la altura del público que venga a verla”. Promete “mucho rock&roll y mucha pasión”, y es fácil creerla, porque si algo caracteriza sus apariciones es la potencia. De lo que deriva, quizá, su faceta competitiva. “Es algo que me encanta hacer porque tengo un buen espíritu de competición sana”, explica, “no por un puesto, sino por superación”. Es por eso que se siente “muy orgullosa” de haber ‘nacido’ artísticamente a raíz de su participación en el concurso ‘The X Factor’ y su consecuente representación a España en Eurovisión 2014.
Y pese a haber hecho “lo que he querido” con este trabajo, asegura que continúa “en crecimiento”, algo que de lo que, como artista, dice, no puede desprenderse. “Me siento en alta mar, en un barquito de vela, pensando: “vale, ¿a dónde voy?”. Creo que este trabajo es así; una constante búsqueda de ti mismo y de lo que necesitas compartir”.
Una criba de entre 50 canciones donde solo 12 podían ser las elegidas. Esa ha sido la elaboración del ‘Loveaholic’ que ahora escuchamos, un proceso que Ruth reconoce haberle llevado “bastante tiempo”, a lo hay que añadir la incontestable dificultad. La clave, dice, está en “el instinto”. “Llevarlas en el coche y escucharlas mucho hace que veas cuáles saltas y cuáles no”, pero confiesa que “hay que ser muy autocrítico”. Se ayuda, cuando las dudas atacan, en su hermana mayor, Amor. “Es muy capulla”, se ríe con admiración. “Siempre me marca los topes, forma parte de esas personas que te dicen las realidades”.
La gente tiene la piel demasiado fina; sabe criticar muy bien desde el sofá de casa
Sí existen lo que ella considera sus “indispensables” a la hora de elegir qué quiere lanzar al mundo, “como un solo de guitarra, un buen beat y una buena melodía”, pero no se limita a la hora de crear. “Acabo de hacer una colaboración con un rapero japonés, así que todo puede ser”. Cuenta, además, con el privilegio de pensar tanto en inglés como en español, debido a sus años en Londres, lo que le permite “dejar que las canciones nazcan como ellas quieran y hacerlas de una manera sincera”.
Ruth Lorenzo no es, en absoluto, una persona de poner barreras, pero sí se moja a la hora de dar su punto de vista respecto a la actualidad musical. “Hoy en día todo es aceptable, y sí, pero, para mí, hay una parte sexista de ciertos tipos de música que no puedo evitar que no me guste”. Admite que, quizá, “si tuviese 12 años, me encantaría, porque no le estaría prestando atención al mensaje”, pero como adulta “me resulta humillante la imagen de una mujer bailando y un tío poniéndole billetes en una braga”.
La muestra del largo recorrido por andar hacia el empoderamiento femenino la ha vivido en sus propias carnes, y ha sido criticada hasta por romper una guitarra (“mala, intocable y que se pintó para el momento”) en el videoclip de ‘Caza de pañuelos’, de Rayden, tema que habla sobre la violencia sexual hacia la mujer. “La gente tiene la piel demasiado fina”, contesta, “y sabe criticar muy bien desde el sofá de casa”, pero “luego no se recicla, le habla mal a su familia, no cede el asiento en el tren, no va a votar… desde casa es todo muy sencillo”. Es por eso que recalca que lo que hizo “era un mensajazo; el de romper con la ‘dictadura’ existente”, y que es tan simbólico que “volvería a romper mil guitarras”.
Su deseo para el 13 de junio en el Nuevo Apolo es sencillo. “Estar bien acompañada y poder entregarme al máximo a todos los que quieran venir a verme”. Apostamos todo al rojo a que así será.