Como ya comentábamos, Intu Properties se encuentra en la cuerda floja. La empresa inmobiliaria de origen británico venía arrastrando una muy mala situación que empeoró con la crisis sanitaria. Tras una fallida ampliación de capital de 1.501 millones de euros para poder hacer frente a una deuda valorada en 5.429 millones de euros en julio de 2019, la empresa depende de sus acreedores.
La situación actual no ha mejorado y la empresa inmobiliaria dueña de Intu Xanadú y del proyecto de Intu Costa del Sol se encuentra al borde de la quiebra. La compañía ha asegurado que incumplirá los requisitos de liquidez y para evitar la suspensión de pagos, ha pedido a las entidades bancarias que retrasen el test de liquidez "hasta un plazo no más allá de diciembre de 2021" para tener tiempo de explorar nuevas estructuras de capital y venta de activos tras la alerta sanitaria.
Si los bancos no aceptan un cambio en las condiciones de financiación, Intu Properties podría tener que presentar una herramienta similar al concurso de acreedores en julio.
El impago de los inquilinos es el causante de que incumpla los requisitos de liquidez de los bancos en el próximo test de viabilidad, previsto para el próximo 26 de junio, según informa Expansión.
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