Amanda Avilés
@AmandaCoconutt
“Estoy con los nervios normales, pero muy feliz”. Son las primeras palabras que dice cuando le preguntamos por la esperada cita. El 25 de enero, estará sobre el escenario de la emblemática Joy Eslava de Madrid poniendo el broche de oro a ‘Fin de la primera vida’, una gira que comenzó con su último trabajo ‘La mano en el fuego’ (2018), y que le ha llevado a despedirse por todo lo alto. Es Muerdo, o Paskual Kantero, el cantautor murciano que ha ido escalando, poco a poco, un digno puesto en el panorama musical actual y que, ahora, se prepara para una despedida temporal.
Tras el concierto en Madrid, se marchará “casi un año” a Buenos Aires (Argentina), donde cocinará su quinto disco. Por ahora, tendremos que conformarnos con saber los detalles de este ‘cierre de ciclo’ en la Joy. A ello vamos.
Se lo preguntamos, y lo ratifica. Sus cuatro álbumes editados (‘Flores entre el acero’ (2011), ‘Tocando tierra’ (2013), ‘Viento sur’ (2015) y este último) son “un paseo por los elementos”. “Nos faltaría el agua”, bromea, aunque en tono más cerrado dice que “lo vamos a dejar pendiente”. Tras la cita del 25 de enero, Muerdo abre una nueva ventana en su carrera en la que, adelanta, “habrá una diferenciación, también, de sonido”. El cantautor no tiene miedo a la hora de reconocer que ha cambiado, en algunos aspectos, su forma de trabajar. Pero lo considera “un proceso de evolución”. “Creo que ha sido paulatino, he ido creciendo y aprendiendo”, prosigue, “cada disco aporta cosas nuevas”. Eso sí, “sin saltos incoherentes”.
Un ‘destino’ que le llevará a “hacer un pequeño parón” de cara al próximo disco, con el que llegará al número cinco y que se cosechará en Argentina. ‘Parada técnica’ que pretende le sirva, también, “para ubicar cada cosa en su lugar y poder agarrar perspectiva para poder seguir adelante sin perder esa coherencia”. Aún así, insiste. “El hecho de haber ido creciendo poco a poco, aunque ha sido intenso, me ha dado el tiempo y el espacio para poder ir digiriendo cada uno de los pasos”.
Sobre su colaboración con Aute: en ese momento, no era consciente de la trascendencia que tenía cantar con alguien que es una vaca sagrada en la canción de autor
La canción con Aute hablaba, entre otras cosas, del supremo poder de la belleza. Le preguntamos si es tal, y responde contundente. “La belleza tiene una capacidad de conmover que hace que todo lo demás pierda importancia”. De hecho, considera que “generarla” es “el gran objetivo de la vida”. Sin embargo, no siempre sabemos apreciarla. Todo tiene su truco. “Hay que cultivar la sensibilidad para ser capaces de ver la belleza, porque está ahí, pero, a veces, vamos tan rápido y cegados por el ritmo de vida que no la vemos”. No le falta razón, y -humildemente- nos aconseja: “hay que fijarse en los pequeños detalles y darles valor”.
Respecto a su 'compromiso con el mundo’, tiene claro que “no quiero encasillarme como cantautor social”, simplemente “escribo lo que me apetece en cada momento”. Pero, claro, “vivimos tiempos convulsos y es difícil mantenerse al margen de todo eso; aflora en mi música como lo hacen otras cosas más personales”. No obstante, “creo que estoy igual de implicado que mucha gente, solo que tengo un pequeño altavoz para poder transmitirlo”.
El 25 de enero, tiene preparada “una retrospectiva completa” de su trayectoria, no solo del último disco. Nombres como el de Javier Álvarez o Pedro Guerra se subirán, con él, a poner voz a sus canciones. “Amigos que han decidido sumarse a esta celebración y que hacen que, solo por eso, este sea un concierto más que especial”. Últimas entradas, aquí.