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Pese a que tanto la Comunidad de Madrid como la propia capital han intentado evitar las restricciones en las celebraciones de Navidad, el aumento de contagios por la variante ómicron sigue preocupando a las autoridades, por lo que algunas de las tradiciones más asentadas han tenido que sufrir ciertos cambios para adaptarse a las medidas de seguridad sanitarias.

Si esta misma mañana el propio alcalde de la ciudad, Martínez Almeida, volvía a confirmar la celebración de las Campanadas en Sol, ahora fuentes del Ayuntamiento han vuelto a reafirmarse en su idea de que se celebre la tradicional Cabalgata de Reyes, pero al igual que la fiesta de bienvenida del nuevo año, también tendrá un aforo limitado de 7.000 personas.

Y este no es el único cambio con respecto a otros años, pues para controlar el aforo y evitar las aglomeraciones se van a instalar gradas para que los asistentes reserven su sitio antes de acudir al desfile. La web se abrirá a partir del lunes 3 de enero a las 11 de la mañana, y cada usuario podrá descargase cuatro entradas máximo. Además, otra de las características más queridas por los niños de la cabalgata este año estará ausente, pues desde el consistorio han anunciado que no se tirarán caramelos.

Aunque en un primer momento se pensó en cambiar el recorrido de la Cabalgata de Reyes por motivos de seguridad, finalmente esta recorrerá los tres kilómetros que separan Nuevos Ministerios de Cibeles, donde los Tres Reyes Magos darán su habitual pregón a todos los niños de la ciudad.

Para asegurar el aforo establecido ya se han empezado a colocar "vallas perimetrales" que acompañarán a un potente dispositivo de seguridad, que se sumará "al esfuerzo solidario que están realizando todos los ciudadanos para evitar nuevos contagios y avanzar hacia la recuperación de la normalidad", en palabras del Ayuntamiento, que también ha pedido a los ciudadanos que no acudan a la Cabalgata sin entradas para evitar las aglomeraciones.