La Comunidad de Madrid, la región que menos invierte en cada estudiante (3.945 euros) de España, ha sufrido un gran descenso de su puntuación en ciencias y matemáticas respecto al informe PISA anterior. Sin embargo, el Gobierno regional asegura que los datos no son fiables
La capital española ha perdido 29 puntos en ciencias y 17 puntos en matemáticas respecto al anterior informe, unos datos que el Consejero de Educación, Enrique Ossorio, ha catalogado como “absolutamente increíbles y absurdos para la Comunidad de Madrid” y que no representan “el nivel de los estudiantes, ni de los profesores madrileños”.
Además, desde el Gobierno aseguran que nunca, en ninguna comunidad autónoma, la variación en los resultados de las competencias analizadas entre una edición y otra había sido tan grande. Por ello, ponen en duda los resultados, creen que están contaminados por los de lectura, que no han sido publicados porque la OCDE ha detectado “anomalías” en uno de los ejercicios. “La OCDE es una misteriosa caja negra”, ha señalado Ossorio.
Madrid considera que los fallos detectados en la aplicación de las pruebas de lectura hacen que los resultados del informe PISA no sean fiables. Ya que, en esta ocasión y como novedad, PISA ha incluido preguntas sobre fluidez lectora, cuyas respuestas influían directamente en los resultados de todas las competencias analizadas. Debido a que, según la metodología establecida, el 60% de los alumnos no realizó la prueba de matemáticas o ciencias, por lo que su nota de estas materias se estimó a través de la prueba de lectura, que en este caso estaban alterados.
Nosotros hemos pagado 220 mil euros y queremos saber lo que ha pasado aquí
La Comunidad de Madrid ha exigido a la OCDE mayor transparencia y estándares de garantía a la hora de desarrollar las pruebas PISA porque “nosotros hemos pagado 220 mil euros y queremos saber lo que ha pasado aquí”, reclama el concejal.
Ossorio señala dos razones más por las que los resultados del informe no son fiables. Asegura que la OCDE tiene muy pocos analistas para PISA y por eso subcontrata a empresas de examinadores que realizan las pruebas y el análisis de los datos, sin que los países conozcan las garantías que tienen esas empresas. Por otro lado, también explica que la OCDE ha decidido unificar las pruebas PISA, antes había una prueba para los países menos desarrollados y otra para el resto, lo que ha provocado, según reconoce la OCDE en su web, que las pruebas actuales sean más sensibles para los alumnos con menos buenos resultados y menos sensibles para lo que tienen mejores resultados.
El Programa para la Evaluación Internacional de Alumnos (PISA, por sus siglas en inglés) de la OCDE, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos, pretende evaluar hasta qué punto los alumnos cercanos al final de la educación obligatoria han adquirido algunos de los conocimientos y habilidades necesarios para la participación plena en la sociedad del saber. Demostrando así, los países que han alcanzado un buen rendimiento y un reparto equitativo de oportunidades de aprendizaje.
Se trata de unas pruebas en papel y lápiz que miden la competencia en lectura, matemáticas y ciencias de estudiantes seleccionados a partir de una muestra aleatoria de escuelas públicas y privadas, y en función de su edad, entre los 15 y 16 años.