La Comunidad de Madrid responde a una petición de la comunidad educativa que viene de lejos. Todos recordaremos en nuestra etapa escolar la rogativa de los profesores: ‘prohibido usar teléfonos móviles en clase’. Del dicho al hecho. Ahora será una norma autonómica la que limite el uso de los dispositivos tecnológicos en las aulas, “encaminada a mejorar los resultados académicos de los alumnos”, en palabras de la Consejería de Educación.
La restricción que planea el ejecutivo afectará a un total de 800.000 estudiantes de 1.700 centros públicos y concertados a partir del próximo curso escolar en todas las etapas de enseñanza no universitaria, excepto de cero a tres años.
La normativa contempla el uso de dispositivos tecnológicos para usos didácticos que el centro considere oportunos o por motivos de salud o discapacidad
Según adelanta el diario El Mundo, la nueva disposición impedirá “de forma explícita la utilización de teléfonos y otros dispositivos electrónicos”. Un cambio sustancial, ya que hasta ahora eran los propios centros educativos los que tenían la potestad de gestionar su uso.
Los colegios podrán decidir ahora las medidas correctivas que aplicarán en caso de incumplimiento. Será la propia dirección del centro o el profesor quien decida, pudiendo considerar la “incautación temporal del móvil”. Aunque la medida considera situaciones excepcionales ligadas a la salud o cuestiones de discapacidad.
De esta forma, Madrid se convertirá en la tercera región en aplicar esta norma, sumándose a Galicia y Castilla La Mancha.