Este lunes el Director General de la OMS compadeció ante los medios con mucho que decir. Tedros Adhanom Ghebreyesus adelantaba que esta es la “sexta vez que se declara una emergencia sanitaria mundial en virtud del Reglamento Sanitario Internacional, pero es sin duda la más grave”. Las cifras que baraja la OMS son cerca de 16 millones de casos y más de 640 000 muertes, y la situación de la pandemia, lejos de mejorar, “sigue acelerándose” (en las últimas seis semanas, el número total de casos se ha duplicado prácticamente).
Por su parte, Margaret Harris, portavoz de la Organización Mundial de la Salud intervino ayer en una entrevista para confirmar que la COVID-19 se está extendiendo en “una gran ola” que no se ve afectada por las tendencias estacionales que se ven en otros virus.
“La estación no parece estar afectando la transmisión de este virus actualmente. Lo que está afectando la transmisión de este virus son las reuniones masivas, las personas se juntan y no se distancian socialmente, no toman las precauciones para asegurarse de que no estén en contacto cercano”, dijo Harris.
“La gente todavía está pensando en las estaciones. Lo que todos necesitamos entender es que se trata de un nuevo virus” aseguraba Harris. “La gente se relajó y estamos viendo estos aumentos” en Italia, Alemania, Francia y España, entre otros.
Para el director de la OMS, la COVID-19 ha cambiado nuestro mundo, “ha unido a personas, comunidades y naciones, y los ha separado”.
La pandemia “ha demostrado de qué somos capaces los humanos, tanto para bien como para mal”, señalaba Adhanom, criticando también las actuaciones de los gobiernos “los pilares fundamentales de la respuesta no lo han hecho: hace falta liderazgo político, e informar, involucrar y escuchar a las comunidades”.
El director también ha aprovechado la ocasión para pedir más esfuerzos, “tampoco han cambiado las medidas básicas necesarias para suprimir la transmisión y salvar vidas: encontrar, aislar, hacer pruebas y atender a los casos; y rastrear y poner en cuarentena a sus contactos” y ha recordado lo más básico y crucial a la población “manténgase a distancia de los demás, lávese las manos, evite las aglomeraciones y los lugares cerrados y utilice una mascarilla cuando así se recomiende. Si se siguen estas medidas, los casos disminuyen. Si no se siguen, los casos aumentan”.
Adhanom también elogió a los países que siguieron las medidas recomendadas de forma meticulosa y sistemática -como Camboya, Nueva Zelandia, Rwanda, Tailandia, Vietnam y las islas del Pacífico y el Caribe- o en el control de grandes brotes -como Alemania, el Canadá, China y la República de Corea-. El director no se olvidó de su organización “estoy inmensamente orgulloso de nuestra Organización, la OMS, y de su increíble personal y de sus esfuerzos”.