El Covid-19 ha traído a muchos colegios españoles un nuevo método educativo. Las clases online y las explicaciones en remoto han sido un factor fundamental desde que se decretó el Estado de Alarma.
A pesar de todos los obstáculos, los alumnos de bachillerato, es su último tramo para alcanzar la meta, han recibido un duro golpe. El examen de historia de España en la modalidad de Ciencias Sociales, tenía varios fallos. Un triple error en el examen ha generado el caos en las aulas ya que ni profesores ni alumnos lograban encontrar a tiempo la solución idónea a la pregunta. Desde el instituto La Serna de Fuenlabrada se instó por una repetición del examen el día de la primera coincidente para solventar el problema y ayudar a los alumnos que han salido perjudicados.
La tónica general de los estudiantes ha sido el descontento frente a las distintas versiones por parte de la Comunidad de Madrid del lugar en el que se debía formalizar el examen, falta de consenso entre los propios políticos, y es que, todos estos cambios, aunque solo sea a unos pocos, son esenciales para todas los estudiantes ya que pueden ver mermada su evaluación final.
Esther Díaz, profesora de Filosofía del instituto La Serna de Fuenlabrada, ha asegurado que “no somos quienes para quitarles a nadie una oportunidad. Aunque solo perjudiquemos a unos poquitos tenemos que ser serios, se juegan mucho”. Esta profesora, ante la nueva situación, decidió abrir un canal de Youtube para ofrecer los contenidos de su asignatura, filosofía, para que todos los alumnos pudiesen aprender, aunque no estuviesen en directo. En esta línea señala que este proyecto no podría haber sido posible sin la implicación constante del centro y la ayuda del “Ayuntamiento de Fuenlabrada que nos ha provisto de muchas cosas que no teníamos. A veces se ha tardado, pero se ha llamado a todo el mundo”.
Yaser El Maataovi, un joven del centro que lucha por ser neurólogo ha destacado que su examen “fue bastante difícil porque el temario de historia es inabarcable. Siempre hay temas que se estudian menos y en el que hice yo la fuente histórica es sobre un tema de los que no se estudian. A mí personalmente no me afectó, pero a mucha gente sí”. Asegura que “si eso me pasa a mí, me causa un nivel de nerviosismo y una pérdida de tiempo y confusión que te hace estar más nervioso. Si considero que me he visto realmente perjudicado en mi nota de selectividad quiero tener la oportunidad de mejorarlo”.
Para Ruth Gómez, el examen de historia ha sido caótico ya que señala que “cada profesor decía una cosa, no había un consenso. Y cuando habías hecho una cómo te habían dicho, llegaba otro profesor y te decía otra cosa”. En palabras de la propia estudiante, “la comunidad de Madrid no ha informado bien, primero el examen se realizaría en el Ifema, luego en los institutos, y ya en las universidades”. Afirma que se ha sentido perjudicada por este “descontrol a la hora de fijar un sitio”.
Todos ellos, han querido hacer una especial mención al centro ya que, según destacan, siempre han estado informados de las fechas y los contenidos que debían impartir para la puesta a punto del examen. Y es tras esta cuarentena, según ha querido señalar Esther Díaz, “han trabajado muchísimo, de forma excelente, han preguntado muchas dudas con mucho respeto. Han trabajado mejor incluso que de forma presencial”. Y ha destacado el “compañerismo y la cercanía, sobre todo, en segundo de bachillerato. Todo se ha vuelto más personal a pesar de la distancia”.