Este navegador no soporta este formato de vídeo.
‘Auschwitz. No hace mucho. No muy lejos’ reúne, en 2.500 metros cuadrados de historia ilustrada, más de 600 objetos originales -importante: no son réplicas- recuperados del campo de concentración polaco, siendo algunos de los más impactantes los efectos personales de las víctimas y verdugos. El zapato de un niño con un calcetín dentro, por ejemplo, es uno de los puntos de la exposición que hielan por dentro a aquellos y aquellas que deciden visitarla. Como destacable, también, el diverso material fotográfico y audiovisual inédito.
Así, la exposición, organizada por la Comunidad de Madrid, Canal de Isabel II y Musealia, permanecerá en Madrid hasta el 7 de octubre de 2018, por el momento, llevando ya en el bolsillo un total de 350.000 pases vendidos en menos de un año.
Los rezagados que, aún, no se hayan acercado a disfrutar de la que se ha convertido en una de las citas más concurridas de la temporada tienen una última oportunidad. Cuando ‘Auschwitz’ abandone España, arrancará una gira internacional que recorrerá ciudades de todo el mundo a lo largo de siete años.
Algunos de los enseres de las víctimas del Holocausto
Sin embargo, es innegable que el gran punto fuerte de la exposición histórica que acoge Arte Canal son las palabras recopiladas de algunos de los supervivientes a la barbarie nazi
Más de 600 objetos
Sin embargo, es innegable que el gran punto fuerte de la exposición histórica que acoge Arte Canal son las palabras recopiladas de algunos de los supervivientes a la barbarie nazi. “El miedo tiene un olor muy característico. Creo que, aunque viva 100 años, no se irá de mi”.
Esa, entre muchas otras, es una de las voces que retumban en las paredes de la muestra. La voz de una superviviente que relata cómo subió a uno de los vagones que llevaban a Auschwitz, aunque desconocía lo que le aguardaba al final del viaje.
Entre desconcierto, miedo y mundos paralelos bailan los testimonios que podemos encontrar en ‘Auschwitz. No hace mucho. No muy lejos’, porque allí también podremos descubrimos la voz de los soldados. Soldados que aseguran haber vivido una vida muy feliz allí, en una casa con jardín y barbacoa. Una realidad que latía a escasos metros del máximo exponente de barbarie y crueldad: los campos de concentración.
‘Auschwitz’ es un recorrido que tiene la misión de revivir una herida, para dejarla visible. No es necesario que sangre, solo que quede la cicatriz, para que nunca se olvide. Para que no se repita. En palabras del escritor Primo Levi, superviviente al horror, “ocurrió. En consecuencia, puede volver a ocurrir: eso es la esencia de lo que tenemos que decir. Puede ocurrir, y puede ocurrir en cualquier lugar”.
Una de las estancias de la exposición de Auschwitz