¿Quién no recuerda la primera bufanda que le regalaron tras asistir a un partido de fútbol? ¿O cómo olvidar a ese puesto, y a su vendedor, que te salvó de llegar tarde a un encuentro con su bebida o comida al encontrarse en los aledaños del campo?
Con la llegada de la Covid-19, los puestos de todos los campos de fútbol vivieron una situación crítica al reducir de forma drástica sus ventas, como consecuencia de la limitación del aforo. Atrás parecía que quedaban esos días complicados, con el paso de los meses el aforo volvía a la normalidad y los alrededores de los campos de fútbol se llenaban de aficionados con ganas de disfrutar de su equipo y de llenar los estadios de bufandas, muchas de ellas compradas en los puestos ubicados en los alrededores.
Sin embargo, cuando las ventas comenzaban a estabilizarse, los puestos ubicados en los aledaños del Santiago Bernabéu recibieron un duro golpe. Pocos días antes de la celebración del primer encuentro de Liga, se les comunicó a los puestos localizados en Rafael Salgado que no iban a poder colocarse en esa zona como consecuencia de un problema burocrático.
"La calle no estaba recepcionada al 100%, faltaban detalles técnicos y nos pidieron que nos colocáramos a 500 metros del estadio por lo que nuestra venta se va a cero", ha destacado uno de los afectados, quien ha asegurado que lo están pasando falta. "Fueron muchos partidos con baja afluencia de público, hemos estado trabajando debajo de las obras y nos hemos defendido, pero ahora, al trasladarnos de ubicación, lo estamos pasando fatal. No estamos montando la mitad de los puestos porque no logramos sacar para poder comprar el producto, porque, en el caso de las pipas, tiene caducidad y no lo amortizamos".
A pesar de los primeros "rifirrafes", tanto Ayuntamiento, como Policía Local, han intentado ayudarles. "El problema está en que cuando hay una obra que no está recepcionada, ellos no pueden otorgarnos el mismo permiso que tenemos actualmente, nosotros lo entendemos, pero lo que queremos es volver a nuestro sitio lo antes posible", ha señalado uno de los trabajadores de los puestos perjudicados.
"Nosotros vendemos alegría, somos parte del madridismo, si no hubiese puestos se perdería todo el ambiente", han manifestado lo afectados, quienes además coinciden en que "si no hubiera puestos alrededor del estadio, la venta ilegal se multiplicaría".