La Organización Mundial de la Salud (OMS) alerta de que obtener la inmunidad de grupo no es la mejor solución, debido a que se están vislumbrando graves efectos secundarios de la COVID-19 en pacientes que superaron la enfermedad con sintomatología leve.
"No sólo nos inquietan los casos, las hospitalizaciones o las muertes, sino los impactos a largo plazo que empezamos a ver en individuos que incluso pasaron la enfermedad con síntomas leves", ha señalado este martes la directora técnica de la organización, Maria Van Kerhove Van Kerkhove, en rueda de prensa.
La experta asegura que se empiezan a ver "efectos en corazón, cerebro, pulmones o en la salud mental". Por ello ha insistido en la importancia de seguir siendo importante combatir el aumento de los contagios pese a que la mortalidad del coronavirus sea baja.
El director de la OMS asegura que "dejar que el virus circule llevará a infecciones, sufrimientos y muertes innecesarias". "En la mayoría de los países menos del 10% se ha infectado", ha recordado el máximo responsable de la OMS, lo que, unido a la falta de vacuna, impide utilizar una estrategia tan arriesgada como la de buscar la inmunidad de grupo.
"Permitir que un virus tan peligroso circule libremente no es ético y simplemente no es una opción", insistió Tedros, recordando a su vez que aún no se conoce la duración de la inmunidad en las personas que han superado la COVID-19.