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La vuelta al cole se podría realizar en ‘grupos burbuja’
Los pediatras proponen varias medidas durante las clases, salidas al patio y la hora de la comida
Madrid |

La Asociación Española de Pediatría -AEP- avisa de la importancia que tiene para los más pequeños la apertura de las escuelas infantiles, “la edad comprendida entre los 0 y 6 años es extremadamente vulnerable y sensible a los cambios. Muchas familias, por diversas circunstancias no pueden ofrecer a los pequeños los estímulos adecuados para este desarrollo”, asegura la Dra. María José Mellado, presidente de la AEP.

Esta importante alegación unida a que “la evidencia científica, más reciente, nos ha demostrado que los pequeños no son los “grandes contagiadores” como se pensaba al inicio de la pandemia” -la COVID-19 representa en los niños alrededor de 1% de los casos globales-, ha provocado que la AEP actualice sus recomendaciones para la reapertura de centros educativos de edad infantil -menos de 6 años-.

La principal asociación de pediatras de España ha propuesto crear lo que denominan ‘grupos burbuja’ socializantes para las pausas de recreo y de comidas. Consisten en grupos con un número reducido de niños con un mismo profesor que evite el contacto con otros grupos. De este modo si se produjera un contagio, menos familias se verían afectadas por la transmisión del virus y los periodos de cuarentena.

AEP propone otra serie de medidas para la vuelta a las aulas de los más pequeños, hasta los 10 años:

  • Mantener la distancia, cuando estén sentados, de 1,5 metros. "De esa forma puede contemplarse la retirada durante la clase de las mascarillas”.

  • Maximizar el tiempo en el exterior, al aire libre, dado que la transmisión del virus es claramente más frecuente en ambientes interiores o cerrados.

  • Escalonar la entrada y salida para evitar aglomeraciones.

  • Es recomendable también la actualización del calendario vacunal.

Los pediatras piden también que los más pequeños cuenten con la ayuda de profesionales docentes especialmente formados y que puedan contribuir a paliar los posibles efectos derivados de la pandemia por coronavirus y a ser capaces de implementar las medidas adoptadas para su control, como la distancia física interpersonal, conocer el riesgo a esta edad de uso de mascarillas y por descontado el efecto negativo en el aprendizaje por falta de expresión facial, o el posible miedo a la enfermedad o a las demás personas.

Seguridad en el centro y compromiso por parte de los padres

Como medida de seguridad se propone un compromiso o acuerdo firmado por los padres de que el niño no irá a la escuela si tiene > 37,5ºC, fiebre, tos, diarrea u otras manifestaciones que sugieran enfermedad o que ha estado en contacto con algún familiar enfermo o personas posiblemente infectadas, en cuyo caso debe ser atendido por el pediatra para que valore el aislamiento.

Desde AEP hacen hincapié en que es importante tener en cuenta que este grupo de edad es el que presenta una mayor frecuencia de procesos febriles, y una menor capacidad de comunicar sintomatología, por lo que el profesor debe estar atento a inicio de fiebre en la escuela y a cuadros compatibles con la enfermedad.

Para el personal que trabaja en la escuela debe seguirse el mismo protocolo de vigilancia de temperatura, síntomas y aislamiento si ha contactado con personas sospechosas de enfermedad, además de asegurar el uso de mascarillas y todas las medidas de prevención rigurosas entre el personal educativo. Debería habilitarse una zona de “aislamiento” por si la aparición de la fiebre ocurre una vez los niños o los profesores ya están en la escuela.