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Las pequeñas librerías de la Comunidad de Madrid piden cambios
Piden que se modifique el acuerdo marco para la adquisición de libros escolares
Madrid |

Según cuenta el periódico ‘El Confidencial’, un obstáculo para las pequeñas librerías para salir adelante con la crisis del coronavirus es el llamado Acuerdo Marco del Plan Accede, para la adquisición de libros escolares de la Comunidad de Madrid.

El Plan consiste en que los centros crean un banco de libros con el que pueden abastecer a las familias. Los colegios compran cada año -después facturan a la Comunidad- los libros de 1° y 2° de primaria, y este año también los de 3º de primaria y 1º de la ESO.

El problema de este sistema afecta a las pequeñas librerías, debido a que las condiciones que les imponen para la licitación y poder vender a los centros escolares son muy drásticas y no les convienen.

Si ya con la pandemia pensábamos que podrían cerrar el 40-50% de las pequeñas librerías madrileñas ahora pueden llegar al 90%

El principal problema es que, con este Plan, sólo puede haber un proveedor por colegio, lo que está excluyendo a muchos negocios. Además el acuerdo exige que los libros deben ser entregados forrados y etiquetados con pegatinas del programa Accede, trabajo que le sale mucho más económico a una gran empresa. Otro de los requisitos es tener un empleado únicamente para atención al cliente, lo cual a las pequeñas librerías no se sale nada rentable.

Si ya con la pandemia pensábamos que podrían cerrar el 40-50% de las pequeñas librerías madrileñas ahora pueden llegar al 90%”, cuenta Valentín García, portavoz de la Asociación de Pequeñas Librerías de Madrid.

Para solucionar este problema, las pequeñas librerías piden que la Comunidad de Madrid opte por el sistema ‘cheque libro’, sistema mediante el cual a los padres se les entrega un documento donde pone los libros que se tienen que adquirir, la familia acude a la librería, centro comercial o donde quiera a recoger los libros, y entrega ese documento, después la librería emite una factura y adjunta los justificantes para que la administración le abone el importe de los libros entregados. Una solución que permite que las familias sigan acudiendo a las librerías.