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Antonio Caballero

@DonAntonioCG

Asturiana de pura cepa, nos explica qué son los frixuelos. Defiende ante la cámara este postre de su tierra con la misma pasión que muestra al subirse a un ring. A pesar de sus 21 años, Laura Fuertes muestra una madurez adquirida a base de esquivas, directos y crochés. Por ello, es considerada como una de las mejores boxeadoras del panorama nacional, formando parte, incluso, de la Selección Española.

Su acento la delata, pero Madrid se convirtió en su nuevo hogar hace ya, casi, dos años. Laura entrena en el Centro de Alto Rendimiento de la capital, donde, nos revela, se escapa para ver entrenar a una de las deportistas españolas más importantes de la historia: Carolina Marín. La boxeadora se fija en otras mujeres que han hecho historia en el mundo del deporte, como la madrileña Miriam Rodríguez. Evidentemente, Laura, como el resto de compañeras del combinado nacional, no se perdió el combate de la torrejonera frente a Katie Taylor en Londres.

Laura sueña con poder vivir, algún día, un combate de esa magnitud. Nos habla del Madison Square Garden como un recinto soñado, pero en el horizonte otea una ciudad que protagoniza sus pensamientos: Tokio. Allí se disputarán, este próximo verano, los Juegos Olímpicos: “ojalá estar en Tokio 2020 luchando por conseguir un sueño”. Para ello, la asturiana deberá lograr una plaza para los Juegos en el clasificatorio que se disputará en el mes de mayo en París.

“Sí, soy optimista”, nos cuenta, explicándonos que “hay muchas posibilidades de ir, tanto mis compañeros como yo. Ya tenemos dos clasificados y, esperamos, que haya más todavía”. Es optimista, también, al ser preguntada por las posibilidades que existen de que, finalmente, se celebren los Juegos Olímpicos: “en unos Juegos hay mucho dinero invertido y creo que sería muy difícil que no se hicieran. Creo que no se va a poder hacer con espectadores, pero sí se llevarán a cabo”.

Con Tokio en su mente, Laura Fuertes continúa entrenando, a pesar de las limitaciones que ha vivido en este último año tan peculiar. “Nos dan la opción de poder entrenar con mascarilla y eso es mejor que entrenar sin contacto, porque cuando pudimos empezar a entrenar, después del confinamiento, no podía haber contacto. Y bueno, se nota mucho, porque es muy molesto, pero, al fin y al cabo, nos dan esa opción y hay que aprovecharla”, afirma la boxeadora, que se ha tenido que adaptar a la situación provocada por el coronavirus.

Laura Fuertes es el claro reflejo de una tendencia marcada en los últimos años. Cada vez son más las chicas que se animan a ponerse los guantes y a subirse a un ring. La asturiana sabe que es el ejemplo de muchas chicas que, actualmente, se están iniciando en el mundo del boxeo, pero, afirma, no siente esa presión: “no, la verdad es que yo presión como tal no siento. Siento más el apoyo y que tengo que esforzarme para demostrarlo. No es presión, sino, más bien, motivación”.

Dejamos a Laura en Sierra Nevada, donde continúa su preparación para el Campeonato de España de Clubes que se celebrará en febrero en Murcia. Su esfuerzo y dedicación tendrán, seguramente, un premio muy especial. Luchar por una medalla en los próximos Juegos Olímpicos de Tokio 2020.