Cuando apenas queda un año para las próximas elecciones municipales y autonómicas, los partidos encaran la recta final de la legislatura mostrando cuáles serán sus líneas de actuación si llegan a gobernar. En esa carrera de fondo quien parece ocupar una posición aventajada, tal y como defienden las encuestas, es Ciudadanos. Su líder en la Comunidad de Madrid, Ignacio Aguado visitó lo estudios de Soyde. donde aclaró cuáles serán las prioridades de su partido, si alcanza la presidencia.
Entre las medidas más urgentes en las que hizo especial hincapié el portavoz se encuentra la lucha contra la corrupción en la administración y “definir un proyecto político más allá de una legislatura” para la región.
Hoja de ruta
“Llevamos demasiado años en la Comunidad con muchas vías puestas, pero sin locomotora y sin maquinista”. Ignacio Aguado se mostró contundente al aseverar que una de las principales carencias con las que cuenta la región es “la falta de un proyecto político” a largo plazo y “un líder político que genere certidumbre”. El portavoz de Ciudadanos pide que Madrid tenga un rumbo definido para la próxima década en materia de Educación, Sanidad y Empleo. En este último punto se ha detenido especialmente, donde ha especificado que se deben “reformar” las oficinas regionales de empleo, para aumentar “las garantías” de encontrar un puesto de trabajo. “Lo que tenemos a día de hoy sobre la mesa, especialmente a nivel nacional, es que solo un 2% de las personas que acuden a estas oficinas encuentran empleo”.
Otra de las prioridades que ha establecido Ciudadanos para la Comunidad de Madrid es combatir la corrupción. La formación naranja ha propuesto la creación de la figura del defensor del denunciante de corrupción política que, de manera confidencial, pueda advertir de posibles irregularidades. Una medida sobre la que Aguado se muestra muy optimista y advierte que “si esta figura del defensor hubiera existido, seguramente no se hubiesen producido ni Lezo, ni Gürtell ni Púnica”.
Líder de Ciudadanos en Madrid, Ignacio Aguado / Redacción
Rumbo 2019
“Me presentaré e intentaré convencer a la mayoría de los madrileños de que puedo ser su presidente”. Toda una declaración de intenciones del actual portavoz de Ciudadanos que pretende revalidar su liderazgo en Madrid, rodeándose de un equipo en el que no descarta cambios. “Si queremos gobernar hace falta estar abiertos al talento e incorporar nuevas personas del máximo nivel posible”. Pero la presidencia de la Comunidad no se antoja fácil.
De gobernar, hay importantes retos a los que tendría que hacer frente, uno de ellos, la continuidad de las Bescam. Aguado aboga por extender el convenio “tal y como lo conocemos” hasta 2023 y deja la puerta abierta a dotarlas de una mayor financiación. “Entiendo que invertir en seguridad es una de las prioridades que debe tener un gobernante”.
En materia fiscal, Ciudadanos sigue apostando por “meter la mano en los bolsillos de los madrileños lo menos posible”. Aunque admite que esa bajada no sería generalizada. “Hay recorrido para bajar algunos impuestos, no todos”. En ese grupo entraría el tramo de la renta que afecta a la Comunidad de Madrid y los impuestos vinculados a sucesiones y donaciones.
Apoyo al colectivo LGTB
“En la Comunidad de Madrid se aprobó una ley contra LGTBIfobia que aún no se ha desarrollado” ha destacado Aguado, el cual ha mostrado su apoyo al colectivo LGTB. El próximo 7 de julio, Madrid se convierte en el escenario de la reivindicación por la igualdad y la diversidad. En la Manifestación del Orgullo LGTB podremos ver a Ignacio Aguado quien asegura que estará allí “por convicción”. Sobre cómo protegería su partido al colectivo, Aguado destaca la formación de la Policía en delitos de odio, tal y como ocurre en Fuenlabrada. “Está funcionando muy bien, a lo mejor es momento de sentarnos con ellos y poder extenderlo por la Comunidad de Madrid”.
Entre las cuentas pendientes, el diputado madrileño señala la ley que aprobó la Asamblea contra la LGTBIfobia y que, actualmente, está en stand by. “Dos años después, sigue pendiente de que el gobierno desarrolle un reglamento para que pueda aplicarse”. Pese a que reconoce que “legalmente se ha avanzado mucho”, a nivel cultural “sigue habiendo un pozo discriminatorio, y con ese pozo se acaba en las aulas”.