En los últimos días, la palabra 'AZCA' se ha repetido en innumerables ocasiones. Este acrónimo de la Asociación Mixta de Compensación de la Manzana A de la Zona Comercial de la Avenida del Generalísmo se refiere a las casi 19 hectáreas ubicadas al norte de la ciudad entre el Paseo de la Castellana y las calles Orense, Raimundo Fernández Villaverde y General Perón, en pleno corazón económico-financiero de Madrid.
AZCA es un complejo en forma rectangular con unas dimensiones de 618x305 metros, compuesto por varias zonas. No obstante, no siempre fue así. Por eso, si queremos conocer sus verdaderos inicios debemos remontarnos hasta la primera mitad del pasado siglo. En concreto, lo haremos hasta 1946 cuando en el Plan General de Ordenación Urbana de Madrid, también conocido como Plan Bidagor, materializó en papel el deseo de construir "un centro comercial" cercano a la Castellana, "una nueva agrupación de comercio y espectáculos".
Así, y tras el concurso de ideas para la construcción de un Centro Cívico Comercial que "descongestionase" el Centro Histórico, el arquitecto Perpiña Sebriá resultó ganador. El proyecto estaba inspirado en el Rockefeller Center de Nueva York y se basaba en la separación de circulaciones: tres anillos bajo tierra para la circulación rodada y aparcamientos y otros dos niveles en la superficie, para la circulación peatonal.
Un año después, en 1957, se aprobó el Plan Parcial para la zona al que no se le daría luz verde definitiva hasta 1964. El Teatro de la Opera sería el centro neurálgico bajo el que se construiría toda la infraestructura. La década de los 60 el lugar sufrió un 'parón' que finalizaría con la aprobación del Plan Parcial de Ordenación de la Manzana "A" Zona Comercial de la Avenida del Generalísimo, basado en el boceto de Sebriá.
En 1967 se constituye la Junta de Compensación como Asociación Mixta y en el mismo año COPLACO aprueba el proyecto de urbanización. Una iniciativa que durante los años que van desde el 68 hasta el 75 se concretaría en la división de la manzana para la ejecución por fases en cuatro polígonos: Orense, Sudeste, Parcelas B-10 y AC-2, Sur y Este y, finalmente, Central y Norte. En este tiempo, el epicentro de Azca se cayó del proyecto: el Teatro de la Opera ya no sería una realidad.
Durante las décadas de los 70 y 80 se levantaron los edificios más emblemáticos. En el 69 abrió la lista el Edificio Cadagua, seguido de son el Edificio Torre Castellana (73), la Torre Windsor (75) destruida en un incendio en 2005, la antigua Cristalera Española actualmente conocido como Castellana 77 y el Edificio Cadagua, ambos en 1977, junto con la Torre Negra (78). En los ochenta 'nacieron' el antiguo Edificio BBV (81), la Torre Europa y el Edificio Masters 1 y 2 en 1985, la Torre Picasso (88) y, finalmente, la Torre Mahou (90). En 2013 se construyó la Torre Titania.
Desde el año 2009 el Ayuntamiento de Madrid sustituyó a CON-AZCA en la conservación de las instalaciones y uso público. Después de lo mencionado, el complejo de oficinas y, sobre todo, sus laberínticos entornos en los que proliferaban los locales de copas, comenzaron a convertirse en una 'zona negra' de Madrid donde los sucesos violentos y desagradables parecían haber tomado el lugar como 'punto de referencia' para la delincuencia. La oscuridad y suciedad se adueñaron de AZCA, convirtiendo 'Los Bajos de AZCA' en un lugar al que no se recomendaba acercarse. Al menos, de noche.
Como prueba de ello, ya en 2011, el gobierno municipal invirtió un total de 375.000 euros para la instalación de cámaras, grabadoras y su conexión con el centro de control para dar respuesta a los "problemas de seguridad ciudadana" como a la "demanda de vecinos y comerciantes de la zona". En 2013, Ana Botella 'abrió el melón' y comenzó a seguir los pasos para "mejorar Azca" que, incluso, llegó a contar con una 'hoja de ruta' para su revitalización en forma de Plan Director con hasta 17 líneas de actuación diferentes que se alargarían, como tarde, hasta el 2016.
Sin embargo, y tras los anuncios de "un nuevo AZCA: más verde, más seguro, más sostenible" y los sucesivos 'pasos más' en la renovación de esta zona, tan solo se desarrollaron actuaciones puntuales de revitalización que no acabaron con los problemas de vandalismo e inseguridad en los negativamente famosos 'Bajos de AZCA'. Desde 2016 hasta 2018 no vuelve a mencionarse en el Consistorio, hasta que se inaugura casi a las puertas de 2017, una Pista de Hielo. En el periodo de 2018 a 2020 se renueva el parque de oficinas.
En 2020 el actual alcalde implantaba sistemas de antintrusión en los túneles de AZCA y Sor Ángela de la Cruz tras la rehabilitación del entorno de la plaza Ruiz Picasso. Ese mismo año, Almeida prometía que la zona se convertiría en todo un "emblema de la actividad empresarial" y "un lugar de disfrute de todos los madrileños", un deseo que, por el momento, no se ha hecho realidad. En 2021 se realizaron trabajos en los túneles para que la infraestructura contase con "mayor seguridad". Sin embargo, ni rastro de las mejoras o esa 'revitalización' en la superficie.
AZCA es un espacio degradado desde hace años y existe un consenso generalizado en que hay que actuar para mejorar la zona. Más allá de esto, vamos a ser totalmente escrupulosos con el procedimiento y no vamos a valorar un estudio de viabilidad cuyo contenido no puede darse por definitivo
Verde, moderno, abierto, amable, ocio y seguro. Estas son las palabras que describen cómo se imaginan las empresas que componen RENAZCA, la sociedad mercantil creada para el proyecto por Merlin y GMP, sobre el futuro de este espacio. Así, el coste inicial de la obra asciende a un total de 44.059.845 euros y está pensado para albergar diferentes propuestas en torno a una gran 'pradera verde' con 5.769 m2 de césped rodeado de caminos y 19.725 m2 de otras plantaciones que vertebraría la zona con ingresos derivados de gastromercados, espacios de coworking, hostelería, comercios y/o pistas de patinaje y baloncesto, entre otros.
La rentabilidad del proyecto, por años, se estima que sean unos 2,6 millones de euros en concepto de beneficios por la explotación de estos espacios en forma de alquiler de las calles y plazas del entorno. RENAZCA estima que se pueda comenzar con las obras en enero y que estas finalizarían en diciembre de 2024. No obstante, desde el Ayuntamiento se muestran prudentes en cuanto a los plazos.
Otra de las grandes propuestas que alberga este proyecto de viabilidad presentado por RENAZCA es una 'carpa musical' con posibilidad de albergar un escenario donde podrían celebrarse eventos como Noches de Botánico, citado en el propio informe.
Las terrazas 'llenarían' los espacios vacíos y se distribuirían por toda la zona. Además, se prevé añadir una cubierta retráctil como 'barrera' para que el ruido de la hostelería no perturbe el descanso de los 4,300 vecinos que viven en la zona de la avenida de la Vaguada, paralela a la calle Orense. Finalmente, también se menciona una marquesina modular donde se podrían celebrar mercadillos.
Ahora, el actual gobierno municipal compuesto por PP y Cs pretende cumplir con una de sus promesas de campaña de 2019 y, tal y como apuntó Ciudadanos, convertirla en el "downtown de Madrid". Para ello, desde el Consistorio publicaron ya el pasado enero el estudio de viabilidad presentado por 'RE-NAZCA', "un grupo de propietarios que se une con el fin de revitalizar AZCA". La meta de esta agrupación es hacer que el "corazón de AZCA vuelva a latir", convirtiéndolo en un espacio lleno de experiencias y diferentes actividades donde los ciudadanos, ciudadanas y visitantes podrán encontrarse con 'todo': deporte, servicios, compras, ocio, gastronomía, música, cultura...
Previo a desgranar el proyecto, haremos referencia a las controversias que se ciernen sobre este tras la publicación, a manos de eldiario.es del titular que versaba lo siguiente: "El proyecto que quiere privatizar AZCA durante 40 años, la principal zona de oficinas de Madrid" pero, ¿es cierta tal afirmación?
Los principales partidos de la oposición se han valido de este reportaje del medio de comunicación para reprochar a Almeida y su equipo de gobierno un "trato de favor" al sector privado donde los vecinos y las vecinas de Madrid serían los mayores perjudicados, ya que el importe que la concesionaría le cobraría al Consistorio por el cuidado y mantenimiento de las calles hasta nada más y nada menos que el año 2063 ascendería a alrededor de los 2 millones de euros anuales. Sin embargo, el Ayuntamiento tiene la obligación de conservar la zona desde el año 2009.
Lo que desde el propio Ayuntamiento nos trasladan en relación con estas informaciones es que el documento publicado se encuentra en periodo de información pública, por lo que cualquiera puede hacer alegaciones. "En ningún caso es el proyecto que se pueda llegar a realizar. Ni siquiera es el anteproyecto", sentencian. Cumplirán con el proceso establecido y tras esta fase preparatoria previa a la decisión de licitación de un contrato de concesión de obras, aseguran que este sería objetivo de un concurso público.
Si bien la 'privatización' de AZCA ponía el foco en el perjuicio monetario para los madrileños y madrileñas, desde el Consistorio afirman que "la colaboración público-privada permite que los madrileños puedan ver mejorados espacios de su ciudad sin que el coste de esas obras tenga que salir de sus bolsillos". Además, destacan que la propuesta presentada por Renazca "se enmarca en el artículo 247.5 de la Ley de Contratos del Sector Público, que admite la iniciativa privada en la presentación de estudios de viabilidad de eventuales concesiones de obra".
Finalmente, se muestran firmes y apuntan el "consenso generalizado" que existe en torno a la mejora de este "espacio degradado". Por ello, serán "totalmente escrupulosos" en cuanto al procedimiento: "Una cosa es el estudio de viabilidad que presenta Renazca y otra cosa será un futuro proyecto".
De una forma más concreta, el alcalde ha calificado el proyecto valorado en 45 millones de euros como "extraordinario", convirtiendo el espacio en "la referencia que se merece". Además, ha solicitado a la izquierda "que se dejen de discursos trasnochados y que no conectan con la realidad social de los madrileños", donde Almeida ha apuntado además que "los vecinos están de acuerdo" con RENAZCA.
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