Los alumnos cómplices de este hecho, deberán tener una responsabilidad de este cargo si lo ignoran. A partir del curso 2020-2021, los estudiantes de los centros de la Comunidad de Madrid, deberán comunicar a sus profesores los casos, o posibles sospechas, de acoso escolar, si quieren evitar la sanción. Además, deberán “informar a la Fiscalía o al organismo correspondiente en función de la gravedad de los hechos”, según dicta la ley.
La aprobación de esta nueva ley se autorizó el pasado mes de marzo, según informa El Mundo. Ésta, considerará una falta grave no comunicar al profesorado estos casos de "acoso o que puedan poner en riesgo la integridad física o moral de otros miembros de la comunidad educativa".
Además, la difusión de cualquier tipo de imágenes o información de ámbito escolar o personal a través de cualquier red social o medio será considerado una infracción. Por otro lado, la intimidación hacia alumnos o profesores será juzgado como un acto de violencia.
Desmitificando la figura del chivato
Según los expertos, los alumnos cómplices de los casos son “clave” para combatir el acoso. “Hay que desmitificar la figura del chivato. Es alguien que denuncia una situación que está mal, es el defensor de la justicia”, explica Ana Cobos, presidenta de la Confederación de Organizaciones de Psicopedagogía y Orientación de España. “Pero las medidas educativas tienen que estar por encima de las disciplinarias. Uno tiene que saber que no es justo mantener una situación de violencia a través de procesos educativos, no sancionadores”, agrega.