La más que evidente crisis que ha provocado la propagación del coronavirus ha puesto en jaque a los servicios municipales que están dando el 200% para hacer que la situación sea lo menos grave posible. Todos menos uno, los bomberos. Y no es porque no quieran, no les dejan.
La actividad de los cuerpos de bomberos de Madrid se ha reducido entre un 30% y un 40% durante la cuarentena, llegando algunos días a trabajar algunos días apenas durante 30 minutos. Los bomberos son, por antonomasia, el cuerpo público más solidario y se encuentran ansiosos por poder trabajar y ayudar.
Simplemente exigen formar parte de la primera línea de acción y critican la pasividad de sus jefes
Los bomberos reclaman que ellos están perfectamente cualificados para ayudar en esta crisis sanitaria y no lo están haciendo y no saben por qué. Del grupo de 130 personas que están preparadas en un dispositivo de descontaminación, tan solo llaman a diez al día. Simplemente exigen formar parte de la primera línea de acción y critican la pasividad de sus jefes.
Por su parte, el jefe del Cuerpo de Bomberos de Madrid Rafael Ferrándiz ha justificado esta forma de trabajar porque “tenemos que mantenernos en guardia para asegurar el control y la seguridad por lo que pueda venir”. Ferrándiz entiende la ansiedad de los bomberos por el espíritu solidario de querer ayudar en cualquier situación, pero llama a la calma.