Ya han pasado casi dos décadas desde que una de las series más "nuestras" se estrenase allá por el 2003, pero todos seguimos recordando y usando algunas de sus frases más icónicas como "Qué mona va esta chica siempre", "Las caras, Juan, las caras" o "¡Un poquito de por favor!". Como bien dice el refrán, los clásicos siempre vuelven, y esta vez la plataforma de contenido por antonomasia, Netflix, ha incluido en su oferta audiovisual esta serie que ya es parte de la historia.
En sus cinco temporadas (seis en Netflix), siempre cargadas de humor, 'Aquí no hay quien viva' nos acerca las aventuras y desventuras de los vecinos del número 21 de la calle Desengaño. ¡Empezamos!
Os voy a ser sincera y es que yo soy una de esas personas que, cuando salió la serie, aún era muy pequeña, tan solo tenía 4 años. Sin embargo, y con el paso del tiempo y su emisión posterior, me enganché de una manera increíble. Antes de que sigáis leyendo, os lo confirmo desde ahora y espero que vosotros seáis del mismo 'team' que yo: 'La que se avecina' JAMÁS superará a 'Aquí no hay quien viva'. Duela a quien le duela.
Lo primero que me gustaría destacar de esta serie es que, a pesar de ser de hace ya dos décadas, cuando he vuelto a visionarla ahora en 2022, hay muchos de los problemas y situaciones que se representan que aún resuenan a día de hoy.
Confesaré, de nuevo, que a mí 'La que se avecina' me ha llegado a gustar, es decir, es una serie que la mayoría de los españoles hemos seguido y disfrutado en algún momento, aún sabiendo que su contenido generaba más malas conductas que buenas.
Como ejemplo, las actitudes reproducidas por miles y miles de niños copiando a Amador o Antonio Recio me dan, literalmente, arcadas; pero supongo que este es el precio que hay que pagar por vivir en una sociedad donde los pequeños y pequeñas tienen acceso casi sin restricciones a todo tipo de contenido, aunque no sea adecuado para su edad.
He de decir que con el paso de los años y los aprendizajes que he ido cosechando, he acabado por tener un poco de 'tirria' a 'La que se avecina', más que nada por lo ya comentado: machistadas, comentarios y tramas súper fuera de lugar que tratan de dar visibilidad a ciertos temas y acaban dándosela en el peor de los sentidos, argumentos y personajes que se van de madre...
Pero, en fin, que sigue siendo la serie a la que todos recurrimos cuando no hay nada en la tele y vamos al canal que ya sabemos, ya que parece el de esa serie por excelencia: da igual la hora en la que lo pongas, "siempre estarán dando LQSA".
¡Váyase señor Cuesta, váyase!
Nos metemos ya en materia y dejamos a un lado la secuela de esta pedazo de serie. Porque sí, en mi opinión LQSA trató de ser la "segunda parte" de ANHQV y generar no solo el mismo humor, sino también los mismos números, ya que en su día ANHQV fue todo un exitazo; algo que, al menos en la parte cómica, no logró.
¿Quién no recuerda ese primer episodio donde Lucía y Roberto son los recién llegados en el edificio y empiezan a conocer a todos los integrantes de esta "gran familia"? Después de ese primer momento, muchas tramas han ocupado las paredes de las tres plantas que componen el edificio de Desengaño 21, a cada cual más variopinta y dramática, pero siempre con ese toque de humor que les ha caracterizado y con mensajes muy pero que muy necesarios y bien trasladados.
En la serie no solo se habla con humor de la soledad, la comunidad LGTBI, la vejez, la amistad, el matrimonio o los hijos, sino que también se puede ver la evolución de los personajes y de sus intrahistorias, lo que te hace que seas parte de las mismas también.
Por orden, el 'trío calavera' por excelencia: Vicenta, Marisa y Concha (junto a su hijo), seguidas de Mauri y Fernando, pareja gay, el icónico presidente Juan Cuesta, Paloma y sus dos 'retoños', Belén y Alicia son las solteras del edificio y, finalmente, Paco, el empleado del videoclub anexo al edificio y Mariano y Emilio, el portero y su padre.
Las temporadas avanzan y los dramas cada vez son mayores (y mejroes): viajes, soledades, nuevos amores, viejos amores que vuelven, otros que se van, bodas, fallecimientos, nacimientos... En resumidas cuentas, toda una vorágine de acontecimientos que, además, no pueden ser más graciosos.
He de confesar que soy de las que lloré con el final, no me escondo. Después de tantos años y tantos capítulos, sientes como si fuesen conocidos de verdad y como si la serie no fuese todo un papel narrado, generando un cariño hacia todos los actores que han compuesto el reparto de ANHQV brutal. Desde aquí recordar a aquellos que ya han fallecido.
Me queda poco que deciros, más allá de que, si sois unos nostálgicos como yo y queréis volver a disfrutar de uno de los clásicos televisivos con más solera del país, vayáis a Netflix y volváis a ver esta obra audiovisual, porque da igual que te acuerdes de los momentos y de la trama, os aseguro que se disfruta igual, o incluso más, afirmaría; ya que teniendo en cuenta que cuando la vi era aún una cría, ahora entiendo las referencias y me parece todavía más brutal incluso.
###72070##