El operador francés, Unibail Rodamco, es dueño de algunos de los centros comerciales más grandes del mundo. En su haber cuenta con 125 grandes superficies (40 en Francia, 39 en EEUU y 10 en Alemania. En nuestro país es propietario de nueve centros: en Madrid es propietario de ParqueSur, La Vaguada, y Equinoccio; en Barcelona cuenta con La Maquinista, Glories y Splau ; Bonaire y Benidorm en la Comunidad Valenciana, y Garbera en San Sebastián.
Todos estos establecimientos se enfrentan a una dura situación, nuevamente… la de hacer ahora frente al pago del mes de marzo, tras haberlo solicitado su propietario. Unibail Rodamco da así la espalda a la situación por la que están pasando sus inquilinos, habiendo algunos de ellos disminuido sus ingresos hasta un 80% en lo que va de año.
En una entrevista para MERCA2, el presidente del despacho de abogados Fieldfisher Jausas y portavoz de la Plataforma de Afectados por el covid-19 en centros comerciales de España (PAC), Jordi Ruiz de Villa, asegura que los comerciantes están sufriendo un panorama dramático, y pide a los caseros que se sienten a negociar con ellos. “No quieren dar su brazo a torcer”, lamenta.
Desde la asociación creada para defender a los pequeños negocios advierten a los grandes caseros como Unibail Rodamco, Klépierre y Carmila, entre otros, de que si reciben nuevas cartas amenazando con ejecutar el aval a los inquilinos por impago interpondrán nuevas demandas contra ellos. Hasta la fecha, desde PAC han interpuesto un total de 15 demandas, cinco de ellas contra Unibail Rodamco, otras cinco contra el gestor francés Klépierre, y el resto están repartidas entre otros caseros.
La asociación representa a más de 350 comerciantes afectados por la COVID-19, y tiene capacidad para interponer hasta 1.000 demandas a la semana, por lo que no se amedrantan ante las cartas informativas de los caseros reclamando la cuantía impagada durante estos meses.
Desde PAC invitan a los gestores a negociar, y aseguran que “depende de ellos el que no interpongamos más demandas”. Su propuesta: modificar la renta hasta finales de 2022, que es cuando previsiblemente terminará la pandemia.