Coincidiendo con la fecha de la fiesta estival del libro que se celebra en Cataluña, más de 200 librerías madrileñas han tenido la oportunidad este jueves 15 de julio volver a sacar los libros a la vía pública para convertir la jornada en otra fiesta para lectores y libreros. Tras el éxito del pasado 23 de abril, Día del Libro, y del 23 de julio de 2020, fecha a la que hubo que trasladar el día del libro a causa del confinamiento, la Asociación de Librerías de Madrid ha solicitado al Ayuntamiento que permita que los establecimientos puedan sacar la lectura a las calles y plazas de Madrid una vez más.
A propuesta del Área de Cultura, Turismo y Deporte, dirigida por Andrea Levy, las 21 juntas municipales han facilitado los trámites para conceder los permisos correspondientes a todas las librerías interesadas. En este sentido, todos los distritos han mostrado su voluntad de colaborar en lo posible para cumplir el deseo de los libreros que, aprovechando la iniciativa, han organizado pequeñas actividades relacionadas con el sector como firmas de libros o recitales, siempre en cumplimiento de la normativa sanitaria.
Las 21 juntas municipales han facilitado los trámites para conceder los permisos correspondientes a todas las librerías interesadas
Desde el Área de Cultura, Turismo y Deporte el compromiso con el sector del libro se plasma no solo en una interlocución permanente con libreros, editores y demás profesionales del mundo del libro, sino también en la atención a sus necesidades. De hecho, el Ayuntamiento va a destinar seis millones de euros para la compra en librerías de fondos destinados a las bibliotecas públicas municipales, una reivindicación del sector que nunca se había satisfecho con una inversión de tal envergadura, que casi duplica a la del mandato anterior.
Además, podrán aspirar a la adjudicación un mayor número de pequeñas librerías. A propósito del evento, celebrado este jueves, la delegada, Andrea Levy, conoció ayer a las nuevas propietarias de la librería Pamain en el distrito de Arganzuela, que inicia etapa tras la jubilación de su anterior propietario, un librero muy querido en el barrio tras 40 años vendiendo libros a los vecinos. “Hacemos todo lo que está en nuestra mano para colaborar con las librerías de barrio, que son dinamizadoras culturales de los distritos de Madrid. Yo siempre me fío de lo que me ‘receten’ los libreros”, declaró Levy.
Esta jornada de fiesta del libro estival está inspirada en la idea de la Cámara del Libro Catalana bautizada como ‘Llibrestiu’, que , al igual que en Madrid, se ha celebrado también este jueves.