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Los nuevos ingresos a los centros residenciales de la Comunidad de Madrid deberán presentar una PCR negativa de hasta tres días antes
Los positivos en COVID-19 ingresarán en la zona roja del centro
Madrid |

La Dirección General de Salud Pública junto con la Dirección General de Coordinación Sociosanitaria y la Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid han elaborado un nuevo procedimiento para el diagnóstico, vigilancia y control de contagiados por COVID-19 en centros sociosanitarios el pasado 17 de julio. El documento está en revisión permanente en función de la evolución y nueva información que se disponga de la infección por el nuevo coronavirus.

Para controlar la transmisión del virus en las residencias de mayores y de personas con discapacidad, centros sociales y otras instituciones cerradas, donde conviven personas con alta vulnerabilidad, se requiere la adaptación de medias de aislamiento de casos y cuarentena de contactos. En estos centros, la detección de un solo caso de infección activa tiene la consideración de brote dada la importancia de la detección y valoración precoz del riesgo de transmisión.

Según el documento, el análisis de la situación de las residencias de mayores es necesario debido a la importancia de tener los centros correctamente zonificados y los residentes correctamente clasificados en función el riesgo de transmisión. Por ello, se dividen los centros en tres zonas: la verde libre de COVID-19, la roja ocupada por residentes infectados y la amarilla, la zona de observación y vigilancia especial. Estas zonas deberían estar perfectamente diferencias en la medida en que lo permita la estructura del centro. Además, se establecerán circuitos de circulación para evitar mezclarse y los profesionales desarrollarán su jornada laboral en una de las zonas, a ser posible siempre la misma.

Se puede tener contacto con el virus en salidas cortas y no tenerlo en otras más prolongadas

Para los nuevos ingresos que no requieran de cuarentena al dar negativo en la PCR en los últimos tres días antes, se les asignará una habitación en la zona verde de la residencia. Mientras que, si por motivos de urgencia el ingreso no puede supeditarse a la realización de la prueba, la persona asintomática ingresará en la zona de Vigilancia Especial hasta obtener un resultado. En caso de que fuese positivo, pasaría a la zona roja o zona COVID-19 como los positivos que ingresen hasta dar negativo y poder así pasar a la Zona No COVID-19.

Para aquellas personas que reingresen en un centro residencial desde el domicilio, el protocolo indica que “No está establecida una duración de la salida del centro a partir de la cual se deba realizar test antes del reingreso. Se puede tener contacto con el virus en salidas cortas y no tenerlo en otras más prolongadas. No es ni asumible, ni aconsejable, realizar test en salidas de corta duración. Se puede plantear su realización en ausencias de más de 2 semanas, aunque no hay ninguna evidencia que lo sustente”.

Para las ausencias superiores a dos semanas, los usuarios que estén asintomáticos al menos en los últimos 3 días y presenten una PCR negativa no requerirán realizar cuarentena tras el reingreso. Pero las personas que presenten antecedentes de infección previa confirmada por una PCR positiva o IgG positiva en los últimos 6 meses, no requerirán pruebas adicionales al realizar el reingreso. Las personas que no cumplan alguna de las condiciones establecidas por el protocolo deberá realizar cuarentena durante 14 días. Es fundamental en los centros mantener las medidas de seguridad durante esas estancias fuera del centro (distanciamiento social, uso de mascarilla, medidas higiénicas, etc.).

Además de estas medidas, el protocolo ofrece otras. Si el reingreso en el centro residencial se efectúa por alta hospitalaria o tras acudir a urgencias o a consultas externas. En este caso, si el residente estuvo ingresado en el hospital por infección por COVID-19, en las 72 horas previas al alta se le realizará una PCR. Si el resultado es negativo, se le ingresará en la residencia sin necesidad de cuarentena, pero se le realizará vigilancia activa de síntomas. Para los positivo, se valorará si la infección es activa en función de los resultados de las pruebas serológicas. Para aquellos que fueron ingresados en una zona libre de COVID, la vuelta a la residencia se hará sin necesidad de cuarentena ni PCR nueva.

Por último, el residente que acuda a urgencias o a consulta externa del hospital por motivos que no tienen relación con la enfermedad por COVID-19 “deberá adoptar todas las medidas de seguridad y seguir manteniéndolas a la vuelta a la residencia, pero no precisa ninguna prueba diagnóstica (que en ese caso no daría ninguna información útil), ni cuarentena posterior. Es importante estar pendiente de la posible aparición de síntomas, como en el resto de los residentes”.

El protocolo informa de que “cuando el aislamiento esté indicado, el ingreso solo se podrá producir en aquellos centros que cuenten con sectorización y con plazas vacantes en la zona COVID con instalaciones y con personal habilitados para tal fin”.