Aunque se había anunciado que, tras años de retraso, las nuevas viviendas del Poblado de Absorción de Canillas se realizarían en el último trimestre de 2018, diversos problemas han aumentado el tiempo de espera. Un total de 63 viviendas fueron finalizadas el pasado verano, pero algunas familias llevan seis años esperando una mudanza que no llega. El enésimo retraso, según ha explicado el presidente de la Comunidad de Madrid, Ángel Garrido, se ha producido por la sustitución de las cañerías de la calle Castromonte y que no se había tenido en cuenta durante las obras.
Unos realojos que parecen no llegar nunca
Durante tres décadas el Poblado de Absorción de Canillas se ha visto sometido a obras, sustituyendo las casas de familias que habitaban este barrio creado en los años 50.
Desde hace seis años, la Comunidad de Madrid puso en marcha unas obras que permitieran adaptar estas viviendas y poder realojar a las familias. Sin embargo, estos realojos parecen no llegar nunca, sometidos a retrasos continuados. La construcción de las últimas viviendas se vio paralizada durante tres años porque la empresa Rubau pedía más dinero del presupuestado. Entre conflictos y errores no previstos, los ciudadanos que esperan habitar estas viviendas observan con desesperanza una realidad que les hace creer que no será posible vivir de nuevo en el barrio.