A medida que avanzan las obras de demolición del estadio colchonero, las preocupaciones, lejos de disminuir, se acentúan.
La principal preocupación viene de los colegios, ya que las asociaciones de madres y padres de los colegios de la zona afectada, ya que los cortes por la demolición y el desvío de la M-30 afectará considerablemente a la movilidad del barrio madrileño.
Según relatan en el diario ABC, este jueves, las asociaciones Ampas del CEIP Tomás Bretón, IES Gran Capitán, CEIP Joaquín Costa, la Delegación de Arganzuela-Centro de la FAPA Francisco Giner de los Ríos, junto a la asociación de vecinos Pasillo Verde-Imperial y la Federación de Asociaciones Vecinales de Madrid (FRAVM), mantendrán una reunión en la Junta Municipal de Arganzuela para conocer de primera mano los detalles del proyecto.
Algunos vecinos temen que si surge un cambio de gobierno en el Ayuntamiento de Madrid las próximas elecciones, se paralicen las obras y se estanque el proyecto.
Además, con el derribo de la antigua fábrica de Mahou, los vecinos y colegios de la zona denunciaron en su día la infestación de ratas y cucarachas, un hecho que han pedido encarecidamente que no se vuelva a repetir y exigen que se facilite el calendario de actuaciones.
El polvo y ruido serán molestos, pero en estas situaciones no tienen mucha solución, los vecinos saben que cuanto antes se haga, mejor. Los negocios que vivían del fútbol en los aledaños del estadio deberán renovarse y por el momento solo queda esperar hasta agosto de 2021, plazo en que finalizarán las obras de cubrimiento finales.