Un mes después de la marcha protagonizada por los vecinos de Carabanchel el 26 de febrero para reclamar la construcción de tres centros de salud en la zona de Carabanchel Bajo, la ciudadanía vuelve a salir a la calle para hacerse oír y manifestarse con las mismas reivindicaciones.
Elena Sigüenza, de la Coordinadora de Asociaciones de Carabanchel, ha manifestado la necesidad de que la Comunidad de Madrid cumpla lo que los vecinos y vecinas llevan más de 16 años esperando. Y es que, en 2003, la Federación Regional de Asociaciones Vecinales de Madrid y el Ayuntamiento de la capital firmaron un Plan Especial de Inversiones para Carabanchel en el que se incluía la cesión de tres parcelas para construir centros de salud. Después, en 2005, el consistorio cedió otro solar en la zona PAU de Carabanchel.
Sin embargo, desde entonces solo se ha abierto el Centro de Salud de Carabanchel Alto, por lo que, para ser atendidos, gran parte de los ciudadanos de la zona deben acudir a Arganzuela, el Paseo Imperial y otros espacios temporales ubicados en locales comerciales de Carabanchel Bajo, considerados precarios por los vecinos. En total suman 78.000 los habitantes del distrito afectados por esta situación, de los cuales, 11.000 están adscritos al equipamiento de Arganzuela, mientras que el resto se reparte entre Abrantes, Comillas y Quince de Mayo.
Promesas sin cumplir
De los tres centros de salud prometidos, el de San Isidro-Quince de Mayo es el que se encuentra en una fase más avanzada, pues el Ayuntamiento ha transferido la parcela que se encuentra en la calle Comuneros de Castilla, 30, para su construcción, y la Gerencia Asistencial de Atención Primaria de la Comunidad de Madrid ha emitido un informe favorable.
Sin embargo, el Centro de Salud de Comillas ha sido rechazado por la Comunidad debido a que considera insuficientes los 1.814 m2 en el número 22 de la calle Antonio Leyva destinados a su edificación.
A pesar de que la Comunidad de Madrid aprobó la construcción de los centros de salud de Comillas, Abrantes y Quince de Mayo en el plan de inversiones 2016-2019, los vecinos siguen sin ver avances y seguirán protestando por conseguir sus centros de referencia en el distrito.