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"HECHO PARA TIRAR". Esta era la frase impresa en una enorme pancarta reivindicativa que podía leerse desde primera hora de la mañana en pleno núcleo comercial de nuestra capital.
De esta manera ha tomado Greenpeace las calles del centro de Madrid con cuatro montañas de residuos de varios metros de altura para denunciar el "despilfarro" de recursos planetarios a causa de las empresas que estarían promoviendo "este modelo de consumo desorbitado" y ejemplificado en el 'Black Friday'.
Desde la organización ecologista comenzaban con su acción a las 9:00 de la mañana encaramados con carteles en los que se podía leer frases como "las marcas nos están consumiendo" o "el Black Friday destruye el planeta". En apenas unos minutos, las montañas de residuos característicos de este 'Viernes Negro' ya ocupaban una parte de la calle con 'restos' típicos de este día como ropas, electrodomésticos, electrónica y sus embalajes.
De este modo, denuncian que "el disparate del Black Friday" llegue a "multiplicar hasta por seis las emisiones de CO2 en zonas comerciales". Además, destacan que solo las devoluciones del comercio electrónico en EEUU estarían emitiendo "15 millones de toneladas". Reprochan que estas 'fiestas' tan solo promuevan el "consumo" en beneficio de las empresas "a costa del planeta, la salud y los derechos de las personas trabajadoras".
"El Black Friday es el ejemplo pernicioso de cómo las marcas nos incitan y obligan a comprar un pantalón más, cuando ya tenemos seis iguales en el armario. Es un día de excusa que han creado las marcas para deshacerse de su elevada producción", traslada la responsable de Biodiversidad de Greenpeace.
En 2019, tan solo la producción, el embalaje y el transporte de todos los productos comprados en esta fecha en Madrid fueron responsables del 1’7% de las emisiones anuales de la ciudad. Estas emisiones equivalen a deforestar 4 m2 de bosque templado por persona
Aún no eran las diez de la mañana y los primeros transeúntes comenzaban a aplaudir la acción de Greenpeace a su paso por estas montañas de residuos. Escasos minutos habían pasado desde que el reloj había dado la hora en punto para que un camión de bomberos llegase a la zona para tratar de hacer bajar a los activistas de lo alto de estos cúmulos de enseres.
Ante la negativa de los ecologistas, diferentes cuerpos policiales acuden al lugar acordonando la zona para proceder a su desalojo. Los curiosos y los medios de comunicación tratando de saber más ya comenzaban a agolparse tras la cinta policial. Los intentos de bomberos y Policía no cesaban hasta que cerca de las 11 de la mañana conseguían, finalmente, bajarles.
Tras los registros correspondientes, ninguno de los participantes ha sido detenido. Desde la organización agradecen el apoyo recibido y recuerdan que "el planeta no está en venta".
Más allá de la imagen que ha recorrido las redes y los medios de comunicación, la acción va acompañada de una petición al Ministerio de Transición Ecológica (MITECO) que cumpla con la conocida como "ley de plásticos" en su artículo 18 en relación a las medidas de prevención.
España es uno de los países con más residuos tecnológicos, con más de 888.000 toneladas métricas en 2019 y más de 960.000 en 2020, por lo que sería una cifra que tiende al alza a medida que pasan los años. Por ello, denuncian que hay que ponerle una solución ya a "este sistema loco y destructivo".
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