Madrid se rebela contra las directrices del Gobierno central para el regreso a las aulas. La Consejería de Educación capitaneada por Enrique Ossorio, considera que las propuestas lanzadas por el ministerio “son irrealizables”. Ossorio hace especial hincapié en mantener la distancia de 1,5 metros reglamentaria entre los alumnos. “En dos meses no podemos modificar los espacios de los centros educativos y el gasto en el profesorado sería enorme”. Esgrimen que deberían ser las autonomías las encargadas de establecer una distancia de seguridad diferente “en función de las circunstancias sanitarias”.
La reclamación que hace Madrid va en la línea de la postura que ha tomado Andalucía. Abogan por tener un plan de contingencia por si fuera necesario, pero el objetivo sería retomar la formación presencial con “normalidad”.
En dos meses no podemos modificar los espacios de los centros educativos y el gasto en el profesorado sería enorme
La cartera de Educación dirigida por Celaá y acordada con el ministerio de Sanidad, ha elaborado un nuevo protocolo para la reapertura de los centros escolares en septiembre, coincidiendo con el inicio del curso. Se contemplan medidas extraordinarias para los estudiantes de quinto y sexto de primaria, ESO y Bachillerato, quienes deberán mantener una distancia de 1,5 metros entre sí.
En la etapa infantil, así como en los primeros cursos de Primaria, no tendrán que cumplirse la norma de la distancia, aunque sus clases no deberán sobrepasar los 20 alumnos. Aunque Celaá puntualiza que “lo ideal” es que se limiten a 15 los estudiantes por aula.
La reducción en el número de alumnos obligaría a las autonomías, administraciones competentes en educación, a contratar más profesores y modificar las instalaciones de los centros para poder operar.