Un estudio dirigido por el Instituto de Salud Global de Barcelona ha determinado que, de 1000 ciudades europeas, la carga de mortalidad en relación con la contaminación del aire se distribuye en su mayoría en las ciudades de Madrid y Barcelona. De esta forma, la capital se corona como la urbe con niveles más altos de dióxido de nitrógeno.
Dentro del estudio realizado en Madrid se tuvieron en cuenta las áreas de San Sebastián de los Reyes, Rozas de Madrid, Las, Rivas-Vaciamadrid, Pozuelo de Alarcón, Parla, Móstoles, Madrid, Majadahonda, Leganés, Getafe, Fuenlabrada, Coslada, Alcorcón y Alcobendas.
La capital se coloca en el primer puesto de diez ciudades entre las que se encuentran París o Milán. Son localizaciones claramente diferentes, por lo que se observaron los niveles de NO2 según la densidad de población, así como su tráfico. Sin embargo, el país también cuenta con ciudades que se colocan como lugares con menos carga de mortalidad, como Lorca o Ponferrada.
El estudio ha determinado que las ciudades menos contaminantes se sitúan al norte de Europa. La posición geográfica de estos lugares favorece la dispersión de las partículas finas, además de contar con una menor densidad poblacional y un menor número de intervenciones que favorecen la reducción de la contaminación.
La contaminación atmosférica en las ciudades sigue siendo uno de los grandes problemas que azota la naturaleza y el medioambiente. Es por esto, que Madrid, situada en el pico de un estudio sobre ciudades contaminantes, debe tomar medidas para acabar con esas cifras y unirse a la batalla contra la crisis climática; un Madrid limpio, libre de sustancias que perjudiquen la vida de todos.