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Madrid planta cara a los vehículos contaminantes
A partir del año 2020, los turismos diésel de más de 14 años no podrán entrar al centro de Madrid
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Con el fin de reducir la contaminación y promover una ciudad "eco friendly", desde el próximo mes de noviembre el Ayuntamiento de Madrid únicamente permitirá circular por el centro de nuestra ciudad a los turismos gasolina matriculados desde enero del año 2.000 y a los diésel con menos de 14 años de antigüedad. Así, posteriormente, se estima que para el año 2025 quedará también prohibida la entrada a los gasolina matriculados antes de 2006 y a los diésel anteriores a 2014.

La corporación encabezada por Manuela Carmena se ha posicionado en nuestro país a la vanguardia de una ofensiva contra la contaminación de los coches, de igual manera compartida por otras capitales europeas.

Pegatinas para los automóviles menos contaminantes

En lo que a Madrid respecta el criterio clave que determina si un coche puede acceder al centro de la ciudad reside en que tenga derecho a una de las pegatinas de la DGT para los vehículos menos contaminantes. Cabe destacar la existencia de 4 tipos diferentes: Cero, Eco, C y B.
El temor a que las restricciones iniciadas por algunas ciudades aumenten en el futuro parece una de las claves de la pérdida de cuota de mercado del diésel, del 70% al 36% de las nuevas matriculaciones en apenas unos años.
Contaminación en Madrid/ Enrique Dans.

 No hay posible moratoria: si un modelo de coche no cumple la norma del nitrógeno, no puede circular

El dilema antigüedad- tipo de carburante

Atendiendo a la opinión de los fabricantes de automóviles, no debería diferir el trato para el acceso a las ciudades en función del tipo de carburante, sino por la antigüedad del coche. Así, "hay una serie de tecnologías, de recursos y de trabajadores destinados a esas motorizaciones diésel. Hay fábricas en España que fabrican motores diésel, y tendrían un impacto si la venta de vehículos con motores diésel cae demasiado bruscamente", advierte Noemí Navas, de la patronal ANFAC. Cabe subrayar que, en nuestro país, el sector automovilístico es clave como consecuencia del empleo directo e indirecto que ofrece y porque supone una de las principales fuentes de divisas.
Con el fin de aunar fuerzas, el sector petrolero también insiste en que la diferencia de la contaminación no reside entre diésel o gasolina, sino entre coche nuevo o antigüo.

Aplazamiento

La norma Euro6 ya debería estar en vigor; sin embargo, tras el dieselgate, la Unión Europea ha prolongado los plazos. Hasta 2020 los turismos diésel nuevos pueden emitir 168 gramos por km de NOX, a caballo entre los 80 gramos teóricos y los 250 gramos de los turismos con etiqueta B, que no podrán acceder al centro de Madrid a partir de 2.020.

Emisiones Reales

El problema es que las pruebas oficiales no miden aún las emisiones reales en circulación. Así, en septiembre entrará en vigor una nueva normativa europea para medirlas, WLTP. Fuentes de la Comisión Europea han declarado que en esto no hay posible moratoria: que si un modelo de coche no cumple la norma del nitrógeno no puede circular: no podría ser matriculado, según recogía la Cadena SER.

Fiscalidad

A esta incertidumbre se suma la generada por las noticias sobre una nueva fiscalidad anticontaminación. La ministra de Industria, Reyes Maroto, ha advertido que habrá un paquete fiscal que acompañará a los presupuestos de 2019. No obstante, aún no han aclarado en que consistirá la variación fiscal.
Los fabricantes presionan. Noemi Navas, de la patronal ANFAC, aboga por que los coches diésel no paguen más impuesto de matriculación, y que la presión fiscal se centre en los coches más viejos. "Si un vehículo de diez años contamina más al circular que un vehículo nuevo, que pague más ese vehículo de diez años que el nuevo.