Este fin de semana la Policía Municipal de Madrid ha intervenido en 267 fiestas ilegales. Unas celebraciones organizadas en apartamentos turísticos y casas particulares en las que los asistentes incumplían todas las medidas sanitarias establecidas. Además, los agentes han propuesto para sanción a más de mil personas por organizar botellones en la calle y saltarse las restricciones de movilidad nocturna, parece que la responsabilidad sigue brillando por su ausencia.
Entre estas intervenciones la que más destaca fue en un local que contaba con casi el triple de su capacidad, se encontraban alrededor de 142 personas, ubicado en el distrito de Usera, los agentes vieron que se incumplían las medidas sanitarias, y que además tenían tanto las puertas como las ventanas cerradas. Algo similar ocurrió en la calle Illescas número 98, en Aluche, una sala contaba con 115 personas, ejerciendo de discoteca. Además, este mismo local tenía las salidas de emergencia bloqueadas.
Y, por si fuera poco, se unen a la fiesta los polígonos. En Ciempozuelos han desalojado una nave industrial en la que se celebraba una boda con 70 personas y, al igual que en el resto de reuniones, no se cumplían las medidas sanitarias.