El Ministerio de Educación y Formación Profesional (MEFP) y el Ministerio de Universidades, junto con representantes de rectores, se han reunido de manera telemática para barajar, junto con el resto de Comunidades Autónomas, las posibles consecuencias de la suspensión de clases presenciales a causa del coronavirus (COVID-19).
Se han establecido los distintos escenarios que pueden derivar del estado de alarma declarado el pasado 15 de marzo. Aun así, se ha declarado que no habrá ningún tipo de consecuencia negativa para el alumnado, ya que desde los ministerios se ha declarado que “ningún estudiante va a perder el curso debido a las consecuencias actuales” y garantizan que el acceso a la Universidad se llevará a cabo en términos de equidad y justicia para todos.
En cuanto a las pruebas de Evaluación para el Acceso a la Universidad (EVAU), se realizará un aplazamiento de la misma. Esto requiere una buena coordinación de las diferentes Comunidades Autónomas y de todos los agentes implicados. A esto se le sumará la adaptación del calendario para la misma matrícula universitaria.
No habrá ningún tipo de consecuencia negativa para el alumnado.
En cuanto a las prácticas en el centro de trabajo y la FP dual, se dará un margen flexible para poder superar el curso. Además, se mantendrán las plazas para las pruebas de acceso a la FP de grado medio o superior, adaptando el calendario de las pruebas y la matrícula para que ningún estudiante se quede sin posibilidades de acceso. Estas iniciativas se propondrán en una reunión de la Comisión de Formación Profesional que tendrá lugar la semana que viene.