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"No creo que Nerón fuera un mal tío; creo que tenía una cabeza enferma"
Hablamos con Dani Muriel sobre el complejo personaje con el que se cita en el Teatro Bellas Artes del 27 al 31 de marzo

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Dani Muriel, durante la entrevista concedida a Soyde.

Madrid |

Amanda Avilés

@AmandaCoconutt

“Es un desafío maravilloso; una montaña rusa de mil cosas”. Así define Dani Muriel la experiencia profesional que vive con el personaje de Nerón, al que encarna en la homónima puesta en escena que lleva más de un año de gira por teatros españoles y que, ahora, se cita en el Teatro Bellas Artes de Madrid. Desde hoy, 27 de marzo, y hasta el próximo 31 tendremos la oportunidad de disfrutar de un montaje que lo tiene todo para arañar las emociones. Hablamos con Muriel antes de su llegada a la capital.

El equilibrio del mal

Nerón fue emperador del Imperio Romano entre el 13 de octubre de 54 y el 9 de junio de 68, y si algo caracteriza la huella que se ha perpetrado sobre él a lo largo de la historia ha sido su crueldad, su tiranía y, por paradójico que pueda sonar en medio de esta descripción, su pasión por el arte.

Dani Muriel y Chiqui Fernández, en una escena de 'Nerón'. Imagen: redacción

Un ser, como poco, complejo, al que Muriel ha tenido que hacer frente en un texto, a cargo de Eduardo Galán, que intenta humanizar, más que nunca, al personaje. “Aquí se cuenta la historia de Nerón casi desde que nace hasta su muerte, y eso hace que el público empatice con él”, asegura el actor. “Conseguir que un tirano tan loco, que asesinó a muchísima gente, llegue a dar pena, y se le llegue como a perdonar, es un desafío, pero creo que lo conseguimos”.

No puedes justificar todo lo horrible que hizo Nerón, pero le puedes llegar a entender. Supongo que, a lo mejor, es porque yo quiero salvarlo

Lo humano de Nerón

A Dani no le da reparo reconocer que ha llegado a comprender, en cierto modo, la personalidad de Nerón. No tuvo una vida fácil. Por ejemplo, “desde pequeño, sufría abusos sexuales por parte de su madre, Agripina”, también presente en la obra y encarnada por la actriz Chiqui Fernández. “Si él no hubiera tenido que ser emperador (porque no quería, le obligaron), creo que no hubiera sido mala persona”. Muriel entiende que “hay algo en él que no sabe cómo gestionar, y suele preguntar a los que están a su alrededor. Pero, normalmente, los consejos no son muy buenos y le hacen meterse por caminos que no debe”.

Dani Muriel, durante la entrevista concedida a Soyde. Imagen: redacción

Dani se ríe, “supongo que, a lo mejor, es porque yo quiero salvarlo”, pero “no creo que fuera un mal tío; creo que fue un tío con una cabeza enferma”. Y matiza: “no le puedes justificar, por todo lo horrible que hizo, pero le puedes entender”.

Nerón supuso para Muriel, desde el principio, un reto “potente, que te enriquece como actor”, especialmente para demostrar hasta dónde es capaz de llegar. Él, que es sobradamente reconocido en pantalla, asegura que “lo mágico y lo único que tiene el teatro no se consigue en otros formatos”. “Cuando una función te llena y te llega al corazón, se queda por muchos, muchos años”. Lo ejemplifica en su monólogo final: “cuando hablo al público y le digo “yo he intentado hacer las cosas bien, pero sois vosotros los que seguís haciéndolo mal”, miro a los ojos al espectador y él me mira a mí. Y ahí es cuando se consigue esa catarsis”. Parece que Roma no será lo único que arda en este Nerón.