Buenos días, señora Roldán. Le escribimos desde la Asociación de Autónomos y Comerciantes de Metro de Madrid. Queremos presentarnos, queremos que nos conozca.
Probablemente, puesto que nos hemos reunido alguna vez, pensará que no es necesario. Pero permítanos ponerlo en duda, porque si de verdad nos conociese, si no fuese necesaria esta presentación, usted misma estaría defendiendo la supervivencia del pequeño comercio en las instalaciones de Metro de Madrid.
Y lo haría convencida. Convencida porque sabría que las trabajadoras y trabajadores autónomos y pymes que hemos estado trabajando durante más de 30 años en el transporte público somos un servicio de interés general. Un servicio que no solo cubre las necesidades de viajeros y usuarios, sino que aporta un valor añadido al transporte público.
Efectivamente, nuestra función durante todos estos años ha ido más allá de lo estrictamente comercial. Con nuestra mera presencia hemos aportado seguridad en pasillos e intercambiadores. Hemos aportado calidez. Hemos cumplido, desinteresadamente y con nuestra mejor cara, con la atención y la información al viajero. Nos hemos modernizado y reinventado para adaptarnos a los nuevos tiempos. Hemos hecho del Metro la continuidad natural de la ciudad.
Y es que creemos que la ciudad continúa incluso cuando se bajan las escaleras del Metro. Y los viajeros siguen siendo ciudadanos. Y nosotros, pequeño comercio. Comercio de proximidad que atiende con excelencia y cercanía al ciudadano. Empresa local que genera riqueza para la comunidad y crea empleo de calidad.
Díganos ¿es posible todo esto que hasta aquí hemos nombrado si sustituye al pequeño comercio con los stands móviles de franquicias y multinacionales? ¿Cree que los pasillos con locales cerrados, o vinilos que los ocultan, pueden generar seguridad o calidez en los usuarios? ¿Cree que el trabajo precario y no especializado de los stands con los que nos están sustituyendo aporta algún valor a nuestra comunidad? ¿Piensa que los usuarios prefieren prestar atención a la señalización y cartelería antes que preguntar a quienes llevamos tanto tiempo atendiéndolos?
Sinceramente, creemos que no. Creemos que usted cree que no. Por eso es necesaria esta presentación. Queremos que nos conozca, que sepa que somos pequeñas empresas locales. Negocios que operan desde la cercanía y el trato personalizado. Personas que durante años nos hemos ganado la confianza y el respeto, tanto de los viajeros, como de los trabajadores de Metro de Madrid.
Pequeños negocios que han invertido durante años, que se han esforzado para dar lo mejor de sí mismos y salir adelante junto a todas las personas que les rodean (nuestros trabajadores, sus familias y las nuestras).
En fin, autónomas, autónomos y pymes que están sufriendo, al igual que los demás, la crisis generada por el coronavirus. Porque como bien sabrá, nosotros también nos hemos visto obligados a cerrar durante esta pandemia y también hemos sufrido las consecuencias económicas que ha traído consigo.
Ahora estamos cerca del desconfinamiento y volveremos a las instalaciones de Metro para seguir trabajando bajo estrictos protocolos sanitarios y de seguridad. Seguiremos siendo parte del rostro visible de Metro Madrid, a pesar de que carguemos con una dificultad añadida: el desconocimiento hacia nosotros que muestra la empresa pública que usted preside y la consejería de transportes de la Comunidad de Madrid.
Y es que, como al resto de trabajadoras y trabajadores autónomos y pymes del país, a nosotros también nos ha golpeado duramente la crisis económica, pero con la diferencia de que nosotros, además, tenemos que luchar en estos momentos con unas instituciones que no nos quieren, que no nos apoyan, que no nos conocen.
Mientras que los diferentes gobiernos crean planes de estímulo para potenciar o rescatar a los autónomos y pequeñas y medianas empresas, nosotros nos encontramos con que se nos quiere expulsar de las instalaciones en las que, y para las que, hemos trabajado durante más de 30 años.
Nos encontramos con que se nos quiere sustituir por franquicias, por multinacionales, por stands con un pésimo servicio y unas condiciones laborales precarias.
Nos encontramos con oscuros intereses que chocan con lo público y el interés general.
Porque alguien no quiere al comercio de proximidad, no quiere la empresa local, no quiere el empleo de calidad. Alguien quiere un centro comercial frío e impersonal, donde los viajeros dejen de ser ciudadanos y se conviertan en números para la contabilidad de alguna gran empresa.
Señora Roldán, no sea usted ese alguien. No apadrine usted unos intereses comerciales que van en contra del interés público, en contra de la ciudad y sus habitantes.
En sus manos está hacer con Metro una ciudad mejor. Una ciudad que se comprometa, en estos momentos difíciles, con los autónomos y con las pymes, es decir, con el empleo y con la riqueza de nuestra comunidad.
Por supuesto, le pedimos la continuidad de nuestros negocios, es decir, un giro respecto a las políticas que en estos últimos años han sesgado los empleos de varios centenares de personas, acabando con más de 100 negocios y manteniendo la casi totalidad de los locales comerciales de Metro de Madrid cerrados y sin actividad.
Pero también le pedimos que vuelva a ratificar los acuerdos que se firmaron con nuestra Asociación, de manera que todos los espacios comerciales de metro de Madrid puedan volver a abrir las puertas para acoger a otras autónomas, autónomos, pymes y emprendedores de nuestra región, contribuyendo con ello a recuperar la economía local, tan duramente golpeada por esta crisis económico-sanitaria.
Creemos, seguramente usted también, que los ciudadanos no solo estarán agradecidos por el compromiso del suburbano madrileño para con su ciudadanía, sino que además volverán a sentir a Metro de Madrid como algo propio, algo suyo, algo verdaderamente público, una continuidad de la ciudad escaleras abajo.
Marcelo García
Presidente de la Asociación de Autónomos y Comerciantes del Metro de Madrid