París se llenó de esperanza el pasado sábado, cuando tuvo lugar la primera misa en la catedral de Notre Dame después del incendio que destruyó su estructura hace dos meses. El arzobispo de París, Michel Aupetit, comenzaba proclamando “la catedral sigue viva, porque celebramos la eucaristía”. Cristianos o no, los ciudadanos y ciudadanas de la ciudad lo vieron como algo positivo, como un indicio de que la catedral está recuperándose.
Para llevar a cabo esta ceremonia fue necesario asegurar la zona, activando fuertes medidas de seguridad como el uso imperativo de casco de obra. Decenas de fieles acudieron esa mañana a la catedral, y junto a ellos otro centenar de turistas que no quisieron desaprovechar la oportunidad. Además, esta misa fue retransmitida. A pesar de este acto simbólico, no se espera que se lleve a cabo otra misa próximamente, ya que aún continúan las labores de reconstrucción y resultaría peligroso.
¿Cuál será el futuro de Notre Dame?
Al poco de conocer la noticia del incendio en la joya arquitectónica gótica de París, vimos aparecer nombres de grandes fortunas que aseguraban donar una cantidad de dinero destinado a reconstruir la catedral. Pero, ¿qué ha ocurrido con esas donaciones? Según han anunciado el departamento de prensa de Notre Dame “los grandes donantes no han pagado”, por lo que la catedral sólo ha recibido el 10% de las sumas que habían sido prometidas.
Sin embargo, otras donaciones más humildes, de personas anónimas, han ido llegando y son un gran sustento para seguir con estas labores. Además, está el problema añadido de qué hacer con la cubierta. Si bien se está trabajando en fortalecer la zona, evidentemente se debe llegar a un acuerdo para cubierta y pináculo, una vez avancen las obras. Ya han surgido ideas, algo extravagantes unas y otras más enfocadas en aprovechar la oportunidad para crear algo nuevo con respeto al arte de la catedral. Entre una de las ideas más sorprendentes se encuentra realizar una piscina en la cubierta, por lo que cabe esperar que el proceso de reconstrucción se alargará bien por falta de presupuesto o por falta de acuerdo sobre su estética y uso futuro.