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El mejor subsidio es un empleo

Ronald Reagan

La pasada semana, el gobierno de PSOE y Unidas Podemos aprobó en el Consejo de Ministros el Ingreso Mínimo Vital, es decir, el abono de una cantidad de dinero mensual a cambio de cumplir ciertas premisas fácilmente asumibles para cientos de miles de españoles.

El Vicepresidente del Gobierno Pablo Iglesias, dijo textualmente: “Ha nacido un nuevo derecho social en España”, o en otras palabras, a ver quién es el que se atreve a derogarlo.

Según el gobierno, este ingreso sacará de la pobreza a dos de cada tres personas que se encuentre en situación de vulnerabilidad.

Pero no todo lo que reluce es oro, amigos. De la pobreza no se sale con subsidios, de la pobreza se sale con trabajo.

No por ello me situaré frontalmente en contra de este subsidio, dado que entiendo que tras el periodo que estamos viviendo de pandemia hay muchas familias que se encuentran en una situación de vulnerabilidad, pero yo exigiría unas premisas de alta exigencia y no lo tramitaría como complemento (pueden cobrarse varios subsidios a la vez), y me explico:

• No solo a cambio de ser una persona en situación de vulnerabilidad sino exigiendo que acepte cualquiera de los puestos de trabajo que, durante el tiempo que se cobre el subsidio le ofrezcan, y de no aceptarlo, la ayuda ha de ser retirada.

• Llevando a cabo cursos de formación que le ayuden a una mejor empleabilidad.

Este subsidio debe ser a cambio de una búsqueda activa de empleo, pero jamás un aliciente para cronificar la pobreza que es la verdadera lacra de los subsidios.

Desde una perspectiva liberal

Estos días he mantenido debates en las redes sociales al respecto de si se debe defender este tipo de medidas desde una perspectiva liberal.

Milton Friedman (Escuela económica de Chicago) y Friederich Hayek (Escuela Austriaca de economía) ya hablaron en sus obras de subsidios de subsistencia, pero siempre bajo el prisma de un verdadero mercado libre y no en un país donde el proteccionismo social ya exista a través de otros subsidios.

Y es que en España, ya contamos con subsidios de este tipo que son competencia de las Comunidades Autónomas, me refiero a la Renta Mínima de Inserción, tramitada habitualmente por los ayuntamientos.

Lo cual significa a todas luces, que el gobierno no tiene intención de ayudar a las personas a salir de la pobreza, sino de comprar votos tras su desastrosa gestión de la pandemia. Es decir populismo socialista.

¿Y cómo va a pagarse?

Pues existen varias maneras de pagar esta prestación, es decir, maneras para que el gobierno obtenga recursos económicos para financiar este subsidio:

• Endeudando más a los españoles, recordemos que hemos vuelto a la senda del crecimiento de la deuda.

• Aumentando los impuestos, es decir, asfixiando aún más a las empresas y a las familias.

De estas dos maneras llevarán a cabo Sánchez e Iglesias el pago de la prestación, ahondando aún más en el socialismo que predican.

Alternativas

Pues sí, si hay alternativas a regar con dinero público a las familias desprendiendo así cualquier tipo de aliciente para trabajar y alentando a la dependencia de un estado más crecido aún si cabe.

Es posible crecer y crear empleo tras una situación económica catastrófica, pero para ello necesitamos voluntad política y medidas liberales, algo que Sánchez e Iglesias no harán:

• Reducir el gasto público, incluso como forma de pago del Ingreso Mínimo Vital. Se pueden eliminar partidas de gasto “inútil”. Miles de millones de euros que gastamos en estupideces. Si creas un subsidio, elimina otros, en lugar de simultanear varios haciendo que miles de españoles cobren más, gracias a los subsidios, que en un puesto de trabajo.

• Mercado laboral más flexible, he dicho hasta la saciedad que la base del crecimiento económico en la última década ha sido la reforma laboral de 2012, sin lugar a dudas la reforma laboral más liberal de la historia democrática de España, pues flexibilizando aún mas, o mejor dicho, LIBERALIZANDO aún más el mercado laboral, España volverá a la senda del crecimiento económico, lo que se traducirá en más empleo y menos necesidad de subsidios.

• Reducción de impuestos, TODOS LOS IMPUESTOS SON REDUCIBLES. Sociedades, IVA, IRPF, impuestos a la propiedad, al capital, en fin, TODOS.

Si reduces impuestos a una empresa contará con mayor facilidad para contratar o para invertir, si reduces impuestos a las familias contarán con mayor facilidad para ahorrar o para el consumo.

Intento evidenciar pues, que si hay empleo, no necesitamos subsidios.

Alberto Pérez Boix, Acción Liberal