La Final presentaba a los dos jugadores que mejor juego habían realizado durante toda la semana, Thiem llegaba tras vencer y convencer en un larguísimo partido al número uno Novak Djokovic y Nadal por su parte se presentaba en esta final tras barrer a su eterno rival Federer en tres sets.
La grada de la pista central estaba abarrotada y mucho público español se había desplazado a la capital francesa para disfrutar de los dos mejores jugadores de esta superficie. Por un lado el aspirante a quedarse con el trono de mejor jugador sobre esta pista y por otro el todopoderoso señor de la tierra batida o lo que es lo mismo, Thiem contra Nadal.
El partido comenzó con muy buen ritmo, puntos largos y muy combatidos, Thiem mantenía desde fuera de la pista tenía más o menos controlado a Rafa, y éste se defendía con golpes magistrales. El primer set se decantó del lado español, Nadal ganó 6-3. Pero el segundo set vimos a un austriaco mucho más firme en sus golpes muy seguro en su servicio y que al final consigió un break que le sirvió para poner el empate en el marcador y meter el miedo en el cuerpo del sempiterno Rafa Nadal. Pero Rafa ya es un veterano y sabe todo lo que hay que hacer para encauzar un partido que parecía que se escapaba, aprovechó el descanso del set para marcharse a vestuarios probablemente a refrescarse y cambiarse de ropa, hecho que parece que afectó en la concetración al aspirante que desapareció de la pista, donde apareció el 11 veces casmpeón del torneo que con un doble 6-1 se alzaba con 12º Roland Garros.
Nadie conseguirá igualar esta hazaña, nadie conseguirá más títulos que él sobre la arcilla ni tan siquiera viviendo varias vidas a la vez.
Grande Rafa que consigue una vez más ser el amo y señor de una superficie de un torneo que cuenta sus participaciones de los últimos años por victorias.
Sólo queda rendirse ante un deportista que año tras año se supera para colocar su nombre en lo más alto del deporte nacional e internacional, probablemente.