Sol ya es totalmente peatonal. Así se recoge en el BOCM con la publicación del decreto de 4 agosto de 2023 en el que Borja Carabante declara el ámbito territorial de la Puerta del Sol como zona peatonal.
Pasan a estar totalmente prohibidas al tráfico la calle Mayor desde el cruce con la calle Esparteros hasta la Puerta del Sol; la calle Alcalá, entre Sevilla y la Puerta del Sol; la Carrera de San Jerónimo, entre la plaza de Canalejas y la Puerta del Sol; la calle Espoz y Mina, entre calle de la Cruz y Carrera de San Jerónimo; la calle de la Victoria, entre calle Cruz y Carrera de San Jerónimo; la calle Marqués Viudo de Pontejos; la calle Correos; la calle de la Paz y la calle Carretas.
En esta zona peatonal queda prohibida la circulación y estacionamiento de vehículos, salvo aquellos relacionados en el apartado 2 del artículo 20 de la Ordenanza de Movilidad Sostenible. Además, no se permitirá ni la parada ni el estacionamiento en todo el ámbito de la Puerta del Sol para proteger el Bien de Interés Cultural, su integridad material y la calidad del paisaje urbano.
En este sentido los vehículos de distribución urbana de mercancías puedan estacionar en las calles de acceso o salida a la Puerta del Sol, de acuerdo los itinerarios establecidos en el punto segundo de este decreto. Por otro lado, deberán adaptarse las condiciones de uso a las prescripciones publicadas en la página web del Ayuntamiento.
La reforma ha supuesto una inversión de 10,7 millones de euros
La reforma, que ha supuesto una inversión de 10,7 millones de euros, planteaba la peatonalización total y definitiva de la plaza y de todas las calles que convergen en ella. Al mismo tiempo, ha recuperado el vacío central y la arquitectura del espacio sin añadir elementos sustancialmente nuevos que lo desvirtúen y elimina aquellos que contribuyen a su degradación.
La actuación introduce un criterio de orden en los elementos presentes en la plaza para adaptarlos a su configuración arquitectónica espacial. De esta forma, se ha generado un espacio central diáfano bordeado en su lado norte por una línea de bancos que se dividirá en ocho partes con tres interrupciones principales que coinciden con las calles que entroncan con la plaza (Preciados, Carmen y Montera) y otras cuatro particiones intermedias para permitir una mayor fluidez en el tránsito peatonal. Esta alineación de bancos integrará además las escaleras de acceso al metro y en sus dos extremos se instalarán las estatuas de la Mariblanca (en el extremo de la calle Arenal) y el Oso y el Madroño (en el extremo de la calle Alcalá).
El eje que va de oeste a este, desde las calles Mayor y Arenal a las calles Alcalá y Carrera de San Jerónimo, se refuerza mediante la agrupación de los quioscos en sus dos extremos mediante unos nuevos pabellones de vidrio con forma de racimo de unidades circulares pegadas unas a otras. Otra de las novedades será una fuente con forma oval que sustituirá a las dos fuentes actuales y acogerá en su interior la estatua ecuestre de Carlos III.
La reforma sustituye el actual pabellón de acceso a Cercanías por un recinto de vidrio con forma oval que contribuirá a liberar a la plaza, en lo posible, de uno de los obstáculos que impedían una visión total del espacio. En paralelo a este eje discurrirá el itinerario ciclista que conecta el carril de la calle Mayor con la Carrera de San Jerónimo. Por su parte, los ascensores se mantienen en su ubicación actual pero cambiarán su envolvente, que es similar a la de los quioscos y el pabellón de acceso a Cercanías.
El proyecto ha realizado la remodelación completa de la superficie, pavimentando la plaza con piezas de granito en diferentes formatos y tonalidades en función de su adecuación al lugar y a las diferentes formas de utilizar el espacio. Las losas y adoquines contarán con los espesores suficientes para minimizar su deterioro y rotura con el paso del tiempo.
Como curiosidad, la nueva plaza hace un guiño al cielo de Madrid. Por una parte, en el interior de la fuente se han colocado una serie de puntos de luz irregulares que simulan las estrellas. Además, en el centro de la plaza, el pavimento simula los rayos del sol mediante insertos de latón. En cuanto a la placa que señala el kilómetro 0 de las carreteras nacionales, se ha visto realzada alrededor por una serie de losas que formarán una gran rosa de los vientos, dando más relevancia a este icónico lugar.
Como lugar de alta concentración ciudadana, se dota a la plaza de accesos mediante bolardos retráctiles que permitirán también eliminar los elementos de hormigón que habitualmente colocan los servicios de seguridad para controlar el acceso. Asimismo, se renovará completamente el alumbrado, recuperando la luminaria que tuvo la plaza en la primera mitad del siglo XX, adaptada a criterios contemporáneos de sostenibilidad y eficiencia energética.
En definitiva, esta remodelación permite hablar de la Puerta del Sol como una plaza, algo que no se había conseguido hasta ahora, asumiendo las condiciones clásicas del espacio público mediterráneo y convirtiéndola a la vez en un amplio foro urbano común en el que podrán desarrollarse actividades de todo tipo compatibles con la función comercial, estancial y de encuentro que debe marcar su día a día. Estas cualidades otorgarán el equilibrio necesario a este punto esencial de la geografía urbana de la ciudad.