Desde La Moncloa se anunció el pasado 10 de junio lo siguiente: "El Edificio Medinaceli albergará la sede en Madrid del Centro Memorial de las Víctimas del Terrorismo".
Apuntaban que, tras hacer una valoración de las capacidades técnicas de la infraestructura y "su inmejorable situación en el centro de la capital", junto con su monumental fachada; "se adecuan a los principios de memoria y dignidad que las víctimas del terrorismo representan".
Los planes del Ministerio, tal y como fue recomendada por la Comisión de Expertos, es convertir esta sede madrileña en un centro de atención especial al terrorismo yihadista, "incluyendo también a todos los demás terrorismos que han actuado en España".
El proyecto incluye, a su vez, una exposición permanente, un salón de actos, un espacio de reflexión, memoria y ofrenda, así como un espacio para exposiciones orales y dependencias administrativas que gestionen la futura sede.
No obstante, esta noticia no ha sentado nada bien a los vecinos y las vecinas del barrio. Han expresado públicamente su "sorpresa e indignación" ante la decisión del Ministerio de Interior.
No obstante, lo primero que han querido destacar es que "nadie duda de la importancia y necesidad de abrir un nuevo espacio público que sirva para honrar la memoria de las víctimas del terrorismo", pero señalan la "saturación" del barrio de Las Letras, "y por extensión el distrito Centro".
A consecuencia, apuntan que "el Gobierno de Sánchez no ha tenido en cuenta las necesidades de los vecinos y vecinas de nuestro barrio, un lugar muy gentrificado que carece de equipamientos sanitarios, deportivos y culturales (como bibliotecas) y de vivienda asequible para residentes”, sostiene Víctor Rey, presidente de la entidad vecinal.
Teníamos puestas todas nuestras esperanzas en que el Edificio Medinaceli se convirtiese en un inmueble de uso residencial, un conjunto de viviendas públicas de alquiler para jóvenes y mayores, que pudiera albergar un proyecto de vivienda intergeneracional compartida
No solo hablan de que en la zona "sobran pisos turísticos, negocios de hostelería y hoteles", sino también de "sedes gubernamentales y de la Administración".
Por contra, denuncian la falta de los espacios mencionados. Además, consideran que es una "incoherencia" por parte de Moncloa abrir este nuevo centro en su distrito "al mismo tiempo que impulsa todo un Plan de Desconcentración de sedes de la Administración".
Desde la A.V de Sol y Barrio de Las Letras destacan que "nuestro barrio ya estaba abandonado por las administraciones municipal y regional, y ahora también el Gobierno central muestra su desprecio por las necesidades del vecindario, por lo que pedimos a Sánchez que rectifique y se lleve el centro de memoria de las víctimas del terrorismo, que sin duda apoyamos, a otro distrito o municipio madrileño”.
Finalizan el comunicado contando la historia de este 'bloque de la discordia'. Ubicado en la calle Duque de Medinaceli, "es propiedad de la Dirección General de Patrimonio del Estado, que acaba de rehabilitar su imponente fachada".
Construido en 1922 para albergar el Palacio del Hielo y del Automóvil, en 1928 fue comprado por el Estado para convertirlo en Centro de Estudios Históricos. Su uso desde 1940 hasta 2007 fue para albergar el Consejo Superior de Investigaciones Científicas como sede de sus Institutos de Humanidades y librería.
Actualmente, los vecinos denuncian que se encuentra en desuso desde hace ya 15 años, según datos del propio Gobierno. Por consiguiente, consideran sus dimensiones de 15.000 metros cuadrados útiles construidos en una parcela de 3.500 m2 como "idóneas para albergar varias decenas de viviendas".
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