El 25 de mayo de 1996 se convirtió en una fecha icónica para el Atlético de Madrid, al conquistar su novena Liga en un emocionante encuentro en el Vicente Calderón, venciendo al Albacete por 2-0. Esta victoria, de la que próximamente llegará el 25 aniversario, significó mucho más que un triunfo para la afición atlética, ya que supuso el cierre de una temporada legendaria, una 1995-96 donde el Atlético, bajo la dirección de Radomir Antic, no sólo aseguró la Liga sino también la Copa del Rey, logrando el anhelado "doblete" que aún perdura en el corazón de los colchoneros.
El camino hacia este éxito había comenzado el 10 de abril, cuando el Atlético se enfrentó al Barcelona en la final de la Copa del Rey, celebrada en el estadio La Romareda de Zaragoza. Aquel fue un partido tenso que se extendió hasta la prórroga, y que de haber existido entonces las apuestas en directo quizá habría supuesto una sorpresa, ya que gracias a un gol de Pantic en el minuto 102 el Atlético acabó llevándose la Copa del Rey ante el poderoso Barcelona. Esta victoria solo era el comienzo de la temporada histórica que el club del Manzanares iba a vivir aquel año.
En la competición liguera el equipo mostró una forma impresionante, dominando la tabla desde el principio y manteniendo un feroz duelo con el Valencia, dirigido entonces por el legendario Luis Aragonés. El Atlético finalizó la temporada con 87 puntos, un logro notable en la que era la primera edición del campeonato disputado bajo el sistema de 3 puntos por victoria. En total, el equipo ganó 26 partidos, empató 9 y perdió 7, con un impresionante registro de 75 goles a favor y únicamente 32 en contra.
El máximo goleador del Atlético aquella temporada fue el búlgaro Penev, con 16 goles, mientras que Molina, aquel guardameta que debutó con España como lateral izquierdo, ganó el trofeo Zamora al portero menos goleado. La consistencia del equipo fue clave; Antic pudo confiar en un once inicial sólido, integrado por jugadores como Molina, Geli, Solozábal, Santi, Toni, Vizcaíno, Simeone, Caminero, Pantic, Kiko y Penev. Este grupo, apoyado por suplentes de garantías como Ricardo, Tomás, López, Roberto, Biaggini, Correa o Juan Carlos, mostró una sinergia y una calidad en el campo que cautivó que trajo muchas alegrías los seguidores del Atlético.
La temporada estuvo llena de momentos memorables, como el triunfo 3-1 sobre el Barcelona en el Calderón, la victoria 1-3 en el Camp Nou también ante los catalanes, o la crucial victoria por 2-1 sobre el Salamanca, que llegó gracias a un gol de Kiko en el minuto 84. Pero fue el partido final contra el Albacete lo que selló el Doblete, en una noche mágica en la que el Calderón se vistió de gala, desbordando de emoción y orgullo. El legado de este equipo se mantiene vivo, no solo en la memoria de los aficionados sino también en exposiciones como la '25 años del Doblete' en Territorio Atleti, que conmemora el cuarto de siglo de este histórico logro.