El 13 de septiembre se celebra el día más dulce del año, pero también puede ser amargo, ya que el chocolate puede tener mil sabores, pero nunca pierde su esencia… Para los aztecas era el alimento de los dioses debido a sus propiedades, y no se equivocaban, la pasta realizada con azúcar y derivados del cacao tiene reconocidos beneficios para la salud como antioxidante, retrasa el declinamiento de la función cerebral, es antidepresivo y se le atribuyen propiedades afrodisíacas.
No todo son beneficios, sus consumidores habituales sabemos que un exceso de chocolate puede favorecer el acné y su alto poder energético puede hacernos sumar más calorías de la cuenta, aunque está demostrado que un consumo regular y responsable de cacao eleva el “colesterol bueno”.
El origen del Día Internacional del Chocolate está en el 7 de julio de 2010, cuando la Organización Internacional de Productores de Cacao y la Academia Francesa de los Maestros Chocolateros y Confiteros decidieron hacer coincidir este día con el Día Mundial del Cacao (supuestamente es el día en el que el cacao llegó a Europa).
Sin embargo, en 1995, los franceses decidieron celebrarlo el 13 de septiembre, coincidiendo con el nacimiento de Roald Dahl (1916-1990), autor de Charlie y la Fábrica de Chocolate.
La historia del chocolate es antiquísima, fue cultivado por muchas culturas durante al menos tres milenios en Mesoamérica. La evidencia más temprana del uso del cacao pertenece a la cultura Mokaya de México, con vestigios de bebidas de chocolate que datan de 1900 a. C.
Sin embargo, los olmecas fueron los primeros humanos en saborear las habas de cacao molidas, las cuales mezclaban con agua y añadían diversas especias, hierbas y guindillas. También fueron quienes comenzaron a cultivar el cacao en México, de hecho, la mayoría de la gente mesoamericana hizo bebidas de chocolate.
El botánico Carlos Linneo lo llamó Theobroma, que significa alimento de los dioses, llegando hasta el punto de ser objeto de culto para mayas y aztecas. Actualmente, Ghana y Costa de Marfil son los dos principales productores y exportadores de cacao a nivel global.
Podríamos asegurar que existen miles de recetas con chocolate, pero solo una es nuestra favorita, quizás sean las palmeritas o los brownies, o quizás seas más de una taza chocolate con churros ¡en verano!
Por si acaso nosotros os dejamos aquí tres famosas recetas realizadas con esta valorada semilla, para que endulcéis vuestro Día Internacional del Chocolate:
Mousse de chocolate: es una receta básica, rápida de preparar y deliciosa. Para hacerla añade chocolate troceado con mantequilla en un bol y derrite al baño maría. Casca los huevos, separando las yemas de las claras. Añade las yemas al chocolate derretido y mézclalo con unas varillas. Monta las claras, ayudándote de unas varillas y de una pizca de sal. Una vez que esté fría la mezcla de chocolate, incorpóralo al bol de las claras montadas, mezclándolo con movimiento envolventes con una espátula. Reparte en diferentes recipientes, deja enfriar en la nevera y listo.
Coulant de chocolate: se trata de una receta cremosa que encanta a todo aquel que lo prueba. Derrite chocolate negro con mantequilla, hasta que la mezcla sea cremosa. Bate en un bol huevos y azúcar, incorporándolos a la mezcla del chocolate. Añade harina tamizada y remueve la mezcla. Por último, divide el resultado en pequeños moldes y hornea unos 15 minutos y deja reposar 5 antes de comerlos.
Crepes de chocolate: para elaborar esta delicia de origen francés, mezcla harina de trigo, cacao en polco, azúcar, dos huevos y leche en un vaso de batidora y mezcla hasta obtener un resultado homogéneo. Deja reposar la masa durante media hora en la nevera. Calienta una plancha y vierte pequeñas cantidades de masa sobre ella: una vez que salgan burbujas será el momento perfecto para girar la crepe. Puedes combinarlas con siropes, mermeladas y sobre todo, con más chocolate.