Ahora, la situación es extraña, y Alberto es consciente. Por ello, esta noche no es un examen. “Estábamos en una dinámica muy buena y, con todo esto, se ha parado un poco”, asume, “pero creo que lo de hoy no es una vara de medir”. “No nos podemos defraudar si vienen menos personas, porque las circunstancias son las que son”, y recalca: “el que pueda -incide en esto- y quiera venir, bienvenido sea”.
El ‘bonito’ no se atreve a dar lecciones, “porque cada persona entiende esta situación de una forma”, pero sí asegura que acudir a un concierto, sea este u otro, es todo lo seguro posible. “El aforo es muy reducido, la separación va a ser grande, no nos podremos abrazar (se ríe) y la entrada va a estar controlada”.
No encasillarse, al principio, costaba, porque hace que no encajes en ningún sitio, pero a la larga es una ventaja