Miradas, gestos, piropos indeseados... Hasta en los lugares más insospechados, la lista de comportamientos que hacen que las jóvenes sientan miedo cuando caminan por las calles, por el mero hecho de ser mujeres, es larga. Identificar los puntos en los que te has sentido segura, contenta y a gusto; y, también, aquellos en los que has sentido miedo, te has sentido perseguida o te han hecho sentir incómoda son algunos de los pretextos con los que nace el proyecto 'Free to Be' (que, traducido, sería 'Libre para ser yo') que ha lanzado la ONG Plan International en cinco ciudades del mundo diferentes, entre las que se encuentra Madrid, para contribuir a crear ciudades en las que las mujeres puedan sentirse plenamente libres.
La herramienta es sencilla. No es una aplicación al uso que hay que descargar, sino se trata de un mapa de geolocalización en la que las participantes pueden marcar un punto o calle de la ciudad en la que se han sentido amenazadas por algún motivo o que no consideran seguro o amistoso y, por el contrario, otros en los que se sienten más cómodas y acogidas. En apenas tres minutos, las participantes (entre 15 y 24 años) pueden introducir la información de manera anónima. De hecho, desde la web, recuerdan que ningún dato personal será utilizado.
Uno de los objetivos de la campaña de Plan International es que las propias jóvenes sean el motor de cambio de sus ciudades, para transformarlas en lugares de inclusión, tolerancia y oportunidades
Esta iniciativa se enmarca dentro del proyecto de Ciudades Seguras (Safer Cities) que la ONG lleva a cabo conjuntamente con ONU-HABITAT y ONU Mujeres. Se trata, según comentan fuentes de la ONG del primer programa mundial que diseña, aplica y evalúa herramienta, políticas y enfoques integrales de prevención y respuesta al acoso sexual y otras formas de violencia contra las mujeres y las niñas en diferentes escenarios.
Si bien desde Plan reconocen que Madrid está considerada como una de las ciudades más seguras del mundo en los rankings internacionales, en ella habitan algo más de 300.000 mujeres jóvenes (el 10% de su población) con edades comprendidas entre 15 y 25 años que, por sexo y edad son, las que más discriminación sufren y las que mayor probabilidad tienen de sufrir algún tipo de violencia. Plan International recuerda, también, que las adolescentes forman la población más ignorada y subrepresentada a la hora de las discusiones políticas o de planificar el desarrollo urbano, "pero que su voz es clave a la hora de construir ciudades más inclusivas para las jóvenes y para acceder a la educación y disfrutar de los mismos derechos que sus colegas varones".
Uno de los objetivos de la campaña de Plan International es que las propias jóvenes sean el motor de cambio de sus ciudades, para transformarlas en lugares de inclusión, tolerancia y oportunidades a travñes de pequeños cambios con las que podremos hacerla más segura.