Luis, enfermero del Hospital de La Paz, acude a diario a las 6 de la mañana, aunque su horario de entrada son las 8. Espera más de una hora (y en ocasiones hasta hora y media) para poder estacionar en el parking del Hospital ya que si no lo hace así llegará tarde a su puesto y obligará a la compañera a la que releva a salir también más tarde de lo que debiera.
El ejemplo de Luis no es único. Es el día a día de miles de profesionales sanitarios que se están viendo obligados, por responsabilidad, a disponer de sus vehículos particulares para ir a trabajar a los hospitales madrileños.
En el turno de tarde, ya hay vehículos esperando a las 13 horas, a pesar de que la hora de entrada es, generalmente, las 15.00 horas
Desde SATSE, el Sindicato de Enfermería, explican que: “Muchos no quieren utilizar, como lo venían haciendo con anterioridad y de forma habitual, el transporte público ya que pueden ser vectores de contagio de la Covid y más en autobuses, metros o trenes donde la afluencia de público es elevada y no siempre es posible mantener la distancia de seguridad. De ahí que recurran a los vehículos particulares para desplazarse a sus puestos de trabajo”.
La Paz, el Clínico, Getafe, Gómez Ulla o Ramón y Cajal son algunos de los centros hospitalarios donde aparcar es cada vez más difícil y para hacerlo los profesionales sanitarios han de acudir cada vez antes. “En muchos de ellos, las plazas reservadas a los profesionales sanitarios son escasas o los accesos no están optimizados para asumir los vehículos que quieren acceder al parking en las horas de entrada por lo que las esperas se demoran, en ocasiones, más de hora u hora y media”.
SATSE Madrid, ante la reducción de visitas que hay en los hospitales del SERMAS, plantea la necesidad de aumentar las plazas reservadas a los trabajadores de los distintos centros hospitalarios y en aquellos casos que no sea posible permitir que puedan aparcar en las zonas SER de estacionamiento reservado, como si fueran residentes en estas zonas de la capital.