Con la llegada del Covid-19 a España los establecimientos, centros y espacios públicos han sido cerrados para respetar el estado de alarma. Con las progresivas fases de la desescalada ha comenzado a llegar la normalidad con la reapertura de muchas de las instalaciones. Sin embargo, algunos lugares no han logrado reabrir o, incluso, no lo harán durante este verano ya que consideran que no se podrán respetar las medidas de seguridad encomendadas por el presidente del Gobierno.
El Rastro lucha para abrir “lo antes posible” ya que el cierre de este mercado significa la pérdida de muchos trabajadores y que puede que no logren recuperarse. El Ayuntamiento de la capital ya se ha pronunciado al respecto afirmando que van a trabajar para el mercadillo no desaparezca. Para lograr su objetivo, se ha lanzado una tercera propuesta por parte del concejal presidente de la municipal del distrito Centro, José Fernández.
"El Rastro no es un mercadillo más, sino que es único y singular, es uno de los símbolos de la ciudad. El Rastro no va a desaparecer", han insistido desde el Consistorio.
Se ha propuesto un vallado perimetral para organizar la circulación de peatones en cuatro zonas autónomas de funcionamiento simultáneo.
Un total de 500 puestos podrán colocarse en la Ribera de Curtidores (147), Vara del Rey (74), Campillo (52), Gran Vía de San Francisco (196) y en Ribera de Curtidores, en la zona de Arganzuela (28).
Para acceder al recinto del Rastro será obligatorio el uso de mascarilla, así como la higienización de vehículos, geles hidro-alcohólicos y una cinta fijada en el suelo a 1,5 metros de distancia de cada puesto.