El ministro de Fomento en funciones, José Luis Ábalos, buscará el consenso político para establecer un sistema de peaje en las autovías que hasta el momento son de uso gratuito. Ha sido EL ESPAÑOL quien confirma la decisión tomada también por Pedro Sánchez, según comentan sus fuentes en La Moncloa.
La necesidad de planear un modelo de viabilidad y mantenimiento de la red de carreteras españolas que sea sostenible, ha motivado esta medida, consistente en el pago estimado de 2 céntimos por kilómetro.
Los residentes cercanos a las autovías no pagarían el impuesto, por lo que la medida se centra en cobrar a quienes utilizan las carreteras de manera frecuente.
El pago por uso es una medida que en principio aceptarían los grupos parlamentarios PSOE, PP o Ciudadanos y tanto desde la parte pública como desde la privada comienza a imponerse cierto consenso por iniciar la medida.
La financiación de la red de carreteras de alta capacidad es una de las máximas prioridades del Ministerio de Fomento, con la liberación del gasto en mantenimiento de carreteras, se podría incrementar el gasto en obra pública y gasto social y pensiones.
España es el país europeo con menor porcentaje de carreteras con peaje, con el 18% del total, mientras que 23 países del continente cuentan con toda su red carreteras con tarifas por uso, entre ellos están Reino Unido y Alemania. Por otro lado, Francia, Italia y Grecia cuentan con más del 60% de sus autopistas, tarificadas.
Seopan propuso el precio que podría tener el peaje, de tres céntimos por kilómetro para los vehículos y de 14 céntimos para los camiones. Esta medida supondría unos ingresos estimados de 1.200 millones.
A partir del 1 de enero de 2020, se suprimirán otros dos peajes: el tramo de la AP-7 entre Tarragona y Alicante y el de la AP-4 entre Sevilla y Cádiz. Un año más tarde, en 2021, también se podría suprimir el peaje en otros dos casos: en el tramo de la AP-7 que une Barcelona con la Junquera y Tarragona y en el tramo de la AP-2 entre Zaragoza y Mediterráneo.