El Museo de Historia de Madrid exhibe una de las mejores muestras de la evolución histórica de Madrid desde que en 1561 fuera elegida capital de España hasta la actualidad. A su colección permanente, integrada por más de 60.000 piezas, suma en estas fechas dos interesantes propuestas que bien merecen por sí mismas una visita: la exposición Francisco Pradilla Ortiz (1848-1921), más que un pintor de historia, que reúne 75 obras de este artista, y una auténtica joya de la tradición belenística, el nacimiento napolitano del siglo XVIII integrado por 51 piezas.
La muestra del pintor Francisco Pradilla se enmarca en la conmemoración del centenario de la muerte del artista y su objetivo es reivindicar la obra de Pradilla más allá de la que dedicó a acontecimientos históricos de España, como el famoso cuadro Doña Juana la Loca, que se conserva en el Museo del Prado.
Francisco Pradilla fue uno de los grandes pintores españoles de la segunda mitad del siglo XIX y las primeras décadas del XX, cuya obra alcanzó gran fama y éxito tanto dentro como fuera de España. La exposición, comisariada por Soledad Cánovas del Castillo, y Sonia Pradilla, bisnieta del artista, reúne 75 piezas entre óleos, dibujos, acuarelas, bocetos, cartas y fotografías, que adentran al espectador en el universo del pintor. La variedad de géneros representados —además de pintura de historia, hay paisajes, retratos, escenas de la mitología y escenas poéticas, intimistas y costumbristas– demuestra que Pradilla no solo supo crear el arquetipo histórico-legendario, sino que también fue un pintor muy completo y polifacético, lo que aporta variedad e interés especial a esta muestra homenaje.
Pradilla fue aragonés de nacimiento, pero pasó una parte importante de su vida en Madrid. Recreó con sus pinceles vibrantes escenas costumbristas de la vida de la ciudad, cargadas de fuerza e intensidad y de las que el cuadro El Viernes Santo en Madrid. Paseo de mantillas (1914) que atesora el Museo de Historia y puede verse en esta muestra, constituye un gran ejemplo.
El artista alcanzó en su faceta como pintor de historia el máximo nivel. Varias obras de este género se muestran en esta exposición que revalidan la importancia que tuvo entonces y que merece ser recordada ahora. Sin embargo, su pintura de historia es minoritaria en su creación. El título Francisco Pradilla (1848-1921), más que un pintor de historia, tiene por objetivo recordar y poner de relieve que, además de la herencia pictórica del pasado más memorable, cultivó con éxito el paisaje, el costumbrismo y en menor medida el retrato.
El 20 % de las pinturas, dibujos y acuarelas que se exhiben en la exposición son inéditas y en torno al 40 % son poco conocidas o raramente expuestas.
Francisco Pradilla fue uno de los grandes pintores españoles de la segunda mitad del siglo XIX
Este nacimiento está integrado por cincuenta y una figuras humanas y animales junto a accesorios y en él se funden la evocación de la Natividad de Jesús con la descripción naturalista de los usos y costumbres del pueblo napolitano en el siglo XVIII. La policromía de las vestimentas y los múltiples accesorios sirven para expresar la variada condición social de los personajes: campesinos, burgueses, pastores, vendedores ambulantes, músicos y la representación del lujo de la corte oriental del séquito de los Reyes Magos.
Situado en uno de los grandes edificios del barroco madrileño, el antiguo Hospicio de San Fernando, este espacio, creado como Museo Municipal en 1929 y rebautizado como Museo de Historia de Madrid en 2007, exhibe una de las mejores muestras de la evolución histórica de Madrid y ofrece una visión global de las artes, industrias, vida cotidiana y costumbres de sus habitantes desde que en 1561 fuera elegida capital de España hasta la actualidad.
Tras una larga remodelación, tanto del edificio como de la colección que alberga, que terminó a finales de 2014, el Museo de Historia muestra hoy más de 60.000 objetos de muy variada índole relacionados con Madrid, como son sus colecciones de pinturas, estampas, cartografía, maquetas, dibujos, fotografías, postales, esculturas, porcelanas, orfebrería, abanicos, muebles, armas, monedas o medallas.
De entre sus numerosas piezas, destacan la Maqueta de Madrid de León Gil de Palacio, realizada en 1830, la Alegoría de la Villa de Madrid de Francisco de Goya, La Virgen con San Fernando de Luca Giordano, la colección de Porcelana del Buen Retiro, la colección de cartografía histórica, el conjunto de la casa de Mesonero Romanos, los objetos del taller del artista Gutiérrez Solana o la colección de fotografías históricas.
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