El Wanda Metropolitano sigue con su racha de buenas noticias. Si el pasado sábado vivía un estreno por todo lo alto con el encuentro liguero entre el Atlético de Madrid y el Málaga -Griezmann marcó el primer tanto histórico del nuevo estadio-, ahora la Uefa ha decidido otorgarle un lujo al alcance de muy pocos.
El estadio rojiblanco será el encargado de albergar la final de Champions League en su edición 2018/2019, ganando de esta forma la pugna a un duro competidor como era el Estadio Olímpico de Bakú (Azerbaijan), que será la sede de la final de la Europa League.
En las horas previas a la decisión del organismo europeo, los rumores apuntaban a que no sería Madrid el lugar elegido para la celebración de la final, unos rumores que se han disipado en favor de la capital española.
Factores como la capacidad hostelera o la cercanía del aeropuerto de Barajas, han hecho que los técnicos se decantaran por el Wanda
A pesar de que los informes no eran del todo favorables, factores como la capacidad hostelera o la cercanía del aeropuerto de Barajas, han hecho que los técnicos se decantaran por el Wanda.
Se tratará del cuarto estadio en territorio español que albergue una final de la Champions League. La primera fue en el año 1957 en el Santiago Bernabéu. En el estadio madridista también se vivió la última, en el año 2010, la que enfrentó al Inter de Milán y al Bayern de Munich.
Continúan las buenas noticias para la parroquia rojiblanca, que, además de comprobar el gran impacto que ha tenido su estadio en el panorama futbolístico internacional, podrá luchar por jugar una final europea en casa.