La junta ha aprobado la demarcación territorial de los cuatro distritos de la capital que el ayuntamiento comenzará en primer lugar a rehabilitar con los fondos europeos. Este es el primer paso para pedir a la Comunidad de Madrid que convoque el Programa de Rehabilitación Ambiental (ERRP) dentro del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia. Este plan destinará una parte de los fondos que Europa está ofreciendo para reparar los daños causados por la crisis del COVID-19 y su objetivo es rejuvenecer los barrios a través de actividades de conservación y conservación, uso eficiente de la energía de los edificios y mejora de los espacios urbanos en estas zonas. .
Para elegir estos primeros cuatro barrios, el Ayuntamiento ha realizado diagnósticos socioeconómicos y ambientales mediante objetivos energéticos, puesto que, principalmente, estas ayudas financiadas con fondos europeos están dirigidas a mejorar la eficiencia energética de los edificios de la ciudad, seleccionando áreas de la capital con un carácter estratégico donde se llevará a cabo una rehabilitación a largo plazo, tal y como marcan los plazos.
Los seleccionados han sido los barrios de Meseta y Poblado Dirigido de Orcasitas (Usera), Puerto Chico (Latina); las zonas de Eugenia de Montijo, Tercio Terol y Colonia de la Prensa (Carabanchel) y, por último, el Poblado Dirigido (Fuencarral).
Estas cuatro áreas residenciales comprenden un total de 16.000 inmuebles. La aprobación del deslinde por parte del Ayuntamiento es fundamental para acceder a este dinero europeo para recuperar los barrios más antiguos de la capital, un plan de 161 millones de euros para toda la comunidad de Madrid
Los edificios actualmente consumen el 30% del gasto energético en la Unión Europea y generan el 36% de las emisiones de gases de efecto invernadero. En concreto, en la ciudad de Madrid, más del 80% de los edificios son energéticamente ineficientes y el 69% de los edificios de la ciudad se construyeron antes de 1980. De hecho, los edificios tienen calificación. El poder supremo, la letra A, fracasó. 0,3% de la oferta total de viviendas. Todos estos datos indican que hay mucho margen de mejora y para ello es fundamental una restauración completamente precisa con estándares de eficiencia energética para lograr un ahorro energético significativo.
Por ello, las cuatro zonas elegidas son barrios antiguos de Madrid que reúnen tipologías de edificación que necesitan urgentemente obras en materia de eficiencia energética. Algunos de ellos, incluso, ya han formado parte de otros planes de rehabilitación anteriores como el Plan Estatal de Vivienda 2018-2021 y las Áreas Preferentes de Impulso a la Rehabilitación Urbana (APIRU). El objetivo de esta nueva inversión es que los trabajos de mejora en los edificios reduzcan el consumo de energía primaria no renovable entre un 45 % y un 60 % y la demanda energética anual de calefacción y refrigeración, al menos un 35 %.
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