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A raíz del informe que publicó Ecologistas en Acción en el que se realizó una medición de contaminación en los entornos escolares, en Soy-de Madrid hemos querido saber un poco más. Así, hemos hablado con Ecologistas y, hoy, lo hacemos con la portavoz de dos de los movimientos sociales más afincados en cuanto a la defensa de los niños y niñas en la ciudad: Madres por el Clima y Revuelta Escolar: Yetta Aguado.

Lo primero que Yetta nos cuenta es que los datos obtenidos "no son algo nuevo". Ya en 2019, cuando comenzó el movimiento Madres por el Clima, se conocieron datos "muy preocupante a través del informe GIL, que se presentó en aquel momento y se ofrecían datos de doce centros escolares; que ya eran tremendos". Las consecuencias de estos altos niveles en los entornos escolares afecta de manera directa a los más pequeños.

A primeros de 2021, arranca Revuelta Escolar. A partir de ahí y de conocer los datos mencionados, "se estaba poniendo fin a Madrid Central", y comenzó la colaboración entre organizaciones y sociedad civil "en defensa de la salud de las personas" y, sobre todo, de los niños y niñas, que son población vulnerable.

¿Es suficiente cortar el tráfico a la entrada y salida de los colegios?

En el caso de Madrid, el movimiento recoge sus demandas en el manifiesto que se puede encontrar en www.revueltaescolar.com. Yetta nos traslada que una de las medidas "de aplicación casi inmediata si hubiera voluntad", sería esta.

Nos cuenta cómo ya hay algunos centros escolares en la que está en marcha en Madrid y que "en la ciudad de Londres, donde mayor implantación está teniendo, ya se hace en torno a 500 colegios. Se ha demostrado que el descenso es sobre el 23%, según datos del propio Ayuntamiento de Londres". El programa se llama School Street´s.

¿Cuáles son los problemas que azotan a los más pequeños?

La contaminación atmosférica y acústica, "que a veces se nos olvida", tiene un "impacto directo directo en su salud y su bienestar". Los entornos escolares son "de todo, menos lugares amables, donde los peques se puedan desenvolver con autonomía o seguridad". La urgencia de las familias o el miedo que se les traslada con el tráfico "tiene un impacto directo en su forma de crecer en ese espacio".

En el movimiento lo comparan con la jornada laboral en los centros de trabajo y la protección a la salud en estos, algo que "ahora mismo, no existe en los entornos escolares y es una de nuestras demandas". Yetta apunta que, el miedo que sienten las familias al desplazarse a estos espacios, produce un efecto por el que "cada vez más familias se desplazan en coche, por una especie de sentimiento de protección". Lo que es un auténtico 'círculo vicioso'.

Medidas como el corte temporal, "que no es la única que podría hacerse", sería una buena solución. La portavoz de Madres por el Clima y Revuelta escolar anima a "no quedarse ahí", a pesar de todas las microactuaciones que ya se han levado a cabo. "No dejan de ser medidas que deben acompañar a un plan que, necesariamente, tiene que ser más ambicioso y en el que se tiene que entender la salud de los niños y niñas y la manera en la que viven en las ciudades de forma prioritaria".

¿Qué acciones se están desarrollando desde Madres por el Clima y Revuelta Escolar?

Desde Revuelta Escolar, hace más de un año comenzaron convocando una vez al mes, los viernes a la salida del cole, "un cierre de calle a los coches y decimos que lo abrimos al juego de niñas y niños, imaginar y vivir la ciudad de otra manera". Un primer paso para que nos demos cuenta de que "es posible" para concienciar a las familias de que "acabamos siendo parte del problema".

Yetta se siente contenta de que haya habido un cambio en la agenda política en cuanto a este problema, que es muy real. No obstante, lamenta que "aún no se han tomado medidas de verdadero calado como reducir el número de coches". Las microactuaciones son "un primer paso o un paso paralelo", pero apunta que debemos ir "a la raíz del problema, que son los coches".

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