El 1 de junio entraba en vigor la nueva factura de la luz, pactada por la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) y el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, para así fomentar a un ahorro y una eficiencia energética en el hogar y que sea más justo el recibo.
Como menciona a lo largo de su noticia Al cabo de la calle, esto afecta directamente a los 10,7 millones de consumidores. Y entre ellos, se encuentran los agricultores del sur de Madrid.
Concretamente a la Comunidad de regantes de Fuenlabrada, la cual cuenta con 100 hectáreas de regadío en la ciudad, y otras pequeñas parcelas de Humanes de Madrid y Moraleja de Enmedio. En total son casi una treintena de explotaciones agrarias a las que el nuevo recibo supone un puntillazo.
Desde hace cuarenta años pagan la tarifa urbana, cuando antes era la agrícola, por utilizar la luz para extraer agua de los pozos.
A esto se le suma también el temporal Filomena que dejó demasiados daños en el pasado mes de enero, concretamente les dio más de dos millones de euros en pérdidas por los daños.